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Bono catastrófico, listo para atender cualquier emergencia: Arturo Herrera
La dependencia aclaró que, en caso de requerirse, se usará el seguro catastrófico, que tiene una cobertura por hasta 5,000 millones de pesos.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) informó que, tras el sismo que sacudió a la capital el martes pasado, el bono catastrófico no se activará, pero se podrán utilizar recursos del seguro catastrófico que contrató el gobierno federal para atender cualquier daño generado por este fenómeno natural.
“El sismo del martes, cuya magnitud fue de 7.5, quedó por debajo del umbral para activar el bono catastrófico. Sin embargo, se cuenta, además, con un seguro que pudiera ser activado para cubrir algunos daños”, dijo la dependencia a El Economista.
Hacienda explicó que, para activar este seguro, primero es necesario revisar los seguros de daños con los que cuenta cada dependencia pública para ver si se activan y en caso de que el monto por daños rebase a estos seguros, se utilizará el seguro catastrófico.
El pasado 5 de julio del 2019, el gobierno federal contrató el seguro catastrófico del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el cual ofrece una cobertura hasta por 5,000 millones de pesos. Se activa ante desastres naturales que superen un nivel mínimo de daños de 250 millones de pesos y un acumulable de 750 millones de pesos.
Tiene una vigencia de un año, vence el 5 de julio, y el costo de la prima contratada ascendió a 1,088 millones de pesos con cargo al fideicomiso Fonden, lo que representó una reducción de 0.6% real respecto al precio de la póliza del año anterior, de acuerdo con información de los Criterios Generales de Política Económica 2020.
Bono, listo
Arturo Herrera, secretario de Hacienda, dijo que el bono catastrófico está listo para hacer frente ante cualquier pérdida derivada de sismos y ciclones tropicales.
“El bono está y funciona, no tuvimos, afortunadamente, ninguno de los daños que se hubiera esperado para un temblor de esta magnitud. Pero estamos listos”, dijo en entrevista en el noticiero matutino Despierta.
En el 2006, México se convirtió en el primer país en emitir un bono catastrófico. Posteriormente, se emitieron bonos catastróficos adicionales en el 2009 y 2012, en el 2017 y en el 2018.
En marzo pasado se renovó por sexta ocasión por un monto equivalente a 485 millones de dólares (alrededor de 9,500 millones de pesos) con vencimiento en el 2024. Se emitió en cuatro clases diferentes para proveer cobertura contra sismos de diferentes magnitudes y contra ciclones tropicales provenientes tanto del Atlántico como del Pacífico.
De acuerdo con Hacienda, el bono se activará y los pagos se realizarán cuando un sismo o ciclón tropical cumplan con los criterios paramétricos de localización y severidad establecidos en los términos de los bonos.
“Tanto el seguro como el bono catastrófico forman parte del esquema del Fonden”, remarcó Hacienda.
FEIP para enfrentar crisis
El secretario de Hacienda también habló sobre los recursos disponibles del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP), que ascienden a 150,000 millones de pesos y que se podrán utilizar para hacer frente a la crisis económica generada por la pandemia del Covid-19. Se está trabajando en convertir el FEIP en un fondo contracíclico.
¿Cómo se protege el gobierno?
Cuando sucede un fenómeno natural como sismos o huracanes, el gobierno federal utiliza diferentes mecanismos para hacer frente a los gastos que pueden generar los daños en infraestructura, obra pública o vivienda.
En 1996, se constituyó dentro del Ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación, el Programa Fondo de Desastres Naturales (Fonden), con el propósito de atender de manera eficaz y oportuna los daños ocasionados a la infraestructura pública Federal, Estatal y Municipal, no asegurada o insuficientemente asegurada.
Cada año se le asigna un presupuesto al Fonden. Al ser un fideicomiso, se le pueden asignar recursos a lo largo del año.
Instrumentos de cobertura ante desastres naturales
El seguro
Como en otros países, México utiliza seguros para cubrir las pérdidas derivadas de desastres naturales.
Todas las dependencias federales tienen por ley la obligación de asegurar su patrimonio; no obstante, la cobertura en muchas ocasiones es insuficiente, por lo que se requiere que los costos de las pérdidas se complementen con recursos presupuestarios y es donde surge el seguro catastrófico.
Es decir, una vez que se activan los seguros de las dependencias, si el monto por daños rebasa a estos seguros, se utiliza el seguro catastrófico.
El bono
En el 2006, el Fonden transfirió por primera vez parte de su riesgo de desastres al mercado internacional de capitales a través del primer bono catastrófico emitido por el gobierno (CatMex), con una vigencia de tres años y con una cobertura por 450 millones de dólares.
A diferencia del seguro catastrófico, el bono se activará y los pagos se realizarán cuando un sismo o ciclón tropical cumplan con los criterios paramétricos de localización y severidad establecidos en los términos de los bonos.
Por ejemplo, si hay un sismo con magnitud de 7.5, pero el bono establece un parámetro a partir de 8 grados, entonces no se activa y por tanto el gobierno no recibe recursos.