Boric buscará consenso para reforma tributaria tras su rechazo en Diputados

Su primera gran derrota legislativa sufrió el Gobierno chileno esta semana: la Cámara de Diputados cerró la puerta a la idea de legislar la reforma tributaria, una de las emblemáticas de la administración del presidente Gabriel Boric, que permitiría habilitar otros cambios que impulsa el Ejecutivo, como el alza a la Pensión Garantizada Universal, la reducción de las listas de espera o la sala cuna universal.

Un hecho que el mundo económico está mirando con atención también por sus posibles implicancias fiscales. El presidente reiteró este jueves que no dará pie atrás para la implementación de uno de sus proyectos más emblemáticos, por lo que buscará construir consensos mayoritarios con el oficialismo y la oposición.

El proyecto recibió 73 votos a favor, 71 en contra y tres abstenciones que resultaron decisivas, porque requería de la mitad más uno de los 147 parlamentarios presentes en Sala para pasar al debate artículo por artículo.

“Lo que hago es extender las manos para que busquemos acuerdos que nos permitan tener una reforma tributaria para tener una mejor distribución de la riqueza”, expresó el mandatario en un punto de prensa en la comuna de Alto Hospicio.

Boric reiteró que su gobierno buscará la manera de llegar a acuerdos con los sectores de oposición, pero no adelantó cuál será el mecanismo elegido para insistir con la tramitación del texto.

Tenemos que construir esa mayoría, nosotros como gobierno estamos evaluando cuáles son las vías a seguir, yo tengo absolutamente claro que en estas cosas uno no debe dinamitar los puentes, sino que tender manos”, sentenció el presidente.

El jefe de Estado también puso énfasis en que el rechazo del proyecto no es una derrota para el gobierno, sino para el país. Además, entregó todo su respaldo a la labor del ministro de Hacienda, Mario Marcel.

Clasificadoras advirtieron que el rechazo de la reforma tributaria acotará gasto del gobierno y derivaría en un mayor déficit y deuda pública. Richard Francis, director senior de Soberanos en Fitch Ratings, considera que lo ocurrido este miércoles “es un importante revés para la agenda de reformas y complicará los planes para reducir las desigualdades sociales”. El economista plantea que, si bien el Gobierno tiene la opción de presentar la reforma en el Senado, en su opinión, “es probable que el proyecto de ley deba diluirse aún más para obtener el apoyo suficiente para su aprobación en medio de una oposición más fuerte”.

Incluso, el representante de la agencia clasificadora de riesgos considera que “en general, el Gobierno tendrá que reevaluar la forma de aplicar su programa de gasto social, es decir, un mayor gasto en sanidad, educación y pensiones, lo que podría dar lugar a mayores déficits y deuda en el futuro en ausencia de una reforma fiscal adecuada”.

Plantea que el rechazo “también es indicativo de la elevada incertidumbre política que persiste en el país”.