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Economía

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China aumenta la edad de jubilación; plan es utópico

China se suma a la tendencia mundial de retrasar la edad de jubilación. Sin embargo, los nuevos umbrales aprobados por los legisladores la semana pasada siguen aferrándose a una idea utópica del envejecimiento que no es compatible con la disminución de la mano de obra en la República Popular.

Foto: AFP

China se suma a la tendencia mundial de retrasar la edad de jubilación. Sin embargo, los nuevos umbrales aprobados por los legisladores la semana pasada siguen aferrándose a una idea utópica del envejecimiento que no es compatible con la disminución de la mano de obra en la República Popular.

La edad de jubilación para los hombres pasará de 60 a 63 años. En el caso de las mujeres, pasará de 55 a 58 años para las trabajadoras de cuello blanco, y de 50 a 55 años para las de cuello azul. Sustituye a un modelo diseñado en los años 50, cuando la esperanza de vida media en China era inferior a 40 años. Desde entonces ha aumentado hasta más de 78, según el Banco Mundial, frente a los 76 de Estados Unidos.

En el 2013, los planificadores chinos sugirieron elevar la edad de jubilación, pero casi 70% de la población se opuso a la idea, según una encuesta del Diario del Pueblo. El hecho de que los funcionarios actúen ahora apunta a la urgencia de atajar los problemas fiscales.

Los fondos de pensiones obligatorios mantenidos por los gobiernos locales ascendían a 7.8 billones de yuanes a finales del 2023 y cubrían a más de 1,000 millones de asegurados. Las autoridades se encuentran bajo presión financiera.

Este sistema de pensiones podría agotarse, advirtió la Academia China de Ciencias en el 2019, ya que se espera que el número de pensionados aumente en 10 años a más de 400 millones desde 280 millones de la actualidad.

Sin embargo, el régimen de China sigue siendo generoso, y los cambios sólo se aplicarán gradualmente en los próximos 15 años.

En Japón y Francia, por ejemplo, los trabajadores tienen que cotizar más de 40 años para recibir prestaciones, frente a los 20 años que tendrán que esperar en China tras la última reforma.

Pekín tiene buenas razones para actuar con cautela. Limitar el número de jubilados debería poner un límite a la población china en edad de trabajar, que lleva disminuyendo desde el 2012. Según los datos de la Oficina Nacional de Estadística, la población de entre 16 y 59 años cayó de 62% en el 2022 a 61.3% el año pasado. También se traducirá en una mayor competencia por el empleo en una economía en la que el crecimiento se está ralentizando.

No hay señales en China de las protestas nacionales que estallaron en Francia tras las reformas de las pensiones el año pasado. Los responsables políticos chinos probablemente deban preocuparse más, por ahora, de cualquier impacto negativo en la confianza de los consumidores, ya que su población envejece.

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