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Economía

Lectura 4:00 min

CoDi atacará problemas derivados de usar efectivo

Billetes falsos y cambios incompletos, entre los inconvenientes.

Tiendas de Abarrotes en QuerétaroEduardo Trejo

Además de la inseguridad que representa el traer efectivo, existen otros problemas relacionados con éste, como son, en no pocas ocasiones, que los comercios no tengan cambio; lo entreguen incompleto o que den muchas monedas. Además, recibir y portar billetes maltratados o incluso recibir algunos falsos sin darse cuenta.

Éstos se atacarían con el uso del CoDi, ya que al realizarse los pagos electrónicos desde el celular, se daría lo preciso, sin necesidad de recibir cambio alguno; además de que no se correría el riesgo de recibir billetes maltratados o falsos.

De acuerdo con el documento Resultados de Estudios Cuantitativos y Cualitativo sobre Efectivo 2018, realizado por el Banco de México (Banxico), 13% de la población encuestada no pudo realizar pagos o comprar en efectivo por falta de cambio del comercio.

El estudio precisa que, considerando únicamente la última compra realizada en efectivo por los encuestados, 45% de la población objetivo pagó el importe exacto; a 50% le dieron cambio y no tuvieron cambio en 5% de los casos.

Añade que a 96% le dieron el cambio completo; 28% consideró que le entregaron muchas monedas de cambio y 17% que le entregaron muchos billetes de cambio.

Asimismo, 63% le faltaron monedas de centavos en el cambio que recibió; y a 20% le faltaron monedas de pesos. “La cantidad que debían recibir de cambio fue entre 1 pesos y 5 pesos para 23%; y entre 11 y 100 pesos para 25 por ciento”.

Los resultados de la encuesta arrojaron que el recibir muchas monedas de cambio se calificó con 5.7 (cero parece muy mal y 10 muy bien); y el recibir muchos billetes se calificó con 4.4.

“De la población, 88% estaría de acuerdo en dar las monedas que un comercio le solicite para no recibir tanto cambio, y 84% estaría de acuerdo en hacer esto mismo pero en una ventanilla bancaria”, señala.

De igual forma, menciona que 11% de la población objetivo acostumbra ir al banco a cambiar billetes de denominaciones altas por denominaciones bajas; 12% acostumbra cambiar billetes por monedas y 13% monedas por billetes.

Los de peor estado físico

Otro problema con el uso del efectivo en México es que se reciben billetes en mal estado (dado su constate uso) y en ocasiones papel moneda falso.

El documento del Banxico refiere que las denominaciones favoritas de billetes para realizar pagos en efectivo son los de 100, 200 y 50 pesos con 69, 48 y 44%, respectivamente. En contraparte, las denominaciones de billetes que menos gustan son las de 1,000 y 500 pesos, con porcentajes de 66 y 56, respectivamente.

Respecto a las monedas, las denominaciones favoritas para hacer pagos son las de 10 y 5 pesos con 93 y 92%, respectivamente; y las que menos gustan son las de 10, 20 y 50 centavos con 59, 57 y 55 por ciento.

Con base en los resultados de este estudio, los billetes de 20 pesos son los que se perciben como los más maltratados por los encuestados, en lo referente a limpieza, falta de tinta y maltrato.

La denominación mejor evaluada, pero al mismo tiempo la que menos gusta para hacer transacciones, es la de 1,000 pesos.

“Las principales características de maltrato que se perciben en cada denominación son las siguientes: el billete de 20 pesos está despintado, roto o rasgado; y los billetes de 50, 100, 200, 500 y 1,000 pesos están despintados, viejos y gastados”.

Los resultados apuntan que, tomando como referencia los tres meses previos a responder la encuesta, al menos una vez se recibió un billete viejo (76%), arrugado (73%), pegado con cinta adherible transparente (72%), roto (68%) o incompleto (59%). “El principal destino de los billetes maltratados recibidos fue regresar a la circulación (69 por ciento).

El Banxico refiere que 15% de los encuestados indicó haber recibido un billete falso, siendo más frecuentes en las denominaciones de 200 pesos (27%), 500 (26%) y 50 (23 por ciento).

Las piezas se recibieron principalmente en un comercio (47%) y a través de un cliente que llegó al negocio (30 por ciento). Los destinos principales de las piezas falsas fueron: asumir la pérdida, regresarla a la circulación, y llevarlas a una sucursal bancaria.

eduardo.juarez@eleconomista.mx

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