La deuda de México, en su medida más amplia, logró disminuir ligeramente como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) al cierre del 2023, aunque resultó mayor a lo aprobado, de acuerdo con la información divulgada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). El informe trimestral de la dependencia mostró que, el año pasado, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFP), la deuda en su medida más amplia, sumó 14.8 billones de pesos, un crecimiento de 1.0% real respecto al cierre del 2022. De esta manera, la deuda se ubicó en un nivel de 46,8% del PIB, un punto porcentual menor al que se reportó en el 2022. Si bien se reportó una disminución el año pasado, el nivel observado en el 2023 fue mayor al aprobado por el Congreso, de 46.5%, además de continuar siendo mayor a lo que se vio en el sexenio de Enrique Peña Nieto. Desglosado, la deuda interna de México fue de 11.30 billones de pesos, lo que representó un crecimiento de 8.7% en comparación anual, mientras que la deuda externa fue de 3.56 billones de pesos, 17.6% menos que en el 2022. De acuerdo con lo aprobado para este año, el SHRFSP cerrará el sexenio de Andrés Manuel López Obrador en un nivel de 48.8%, siendo alcalde a lo reportado al final del sexenio pasado. La proyección es que para el cierre de este 2024 la deuda ampliada llegará a un nivel de 16,7 billones de pesos. En tanto, se permitió un techo de endeudamiento interno de 1,9 billones de pesos para este año, mientras que para el endeudamiento externo lo autorizado fue por 18.000 millones de dólares. La disminución de la deuda, como porcentaje del PIB, en el 2023 se debió al crecimiento económico observado en el año, mejor al esperado, así como el llamado súper peso, de acuerdo con la organización México Evalúa. El tipo de cambio, así como el crecimiento económico, han sido lo que ha disminuido la deuda y ésta no está bajo control gracias a esfuerzos del gobierno, sino sólo a condiciones macroeconómicas vigentes, las cuales no serán permanentes, señaló la organización. “Se encuentran dos factores que están presionando alza la deuda pública y que inciden directamente sobre las finanzas del Gobierno. Por un lado, tenemos las tasas de interés, las cuales meten presión sobre el presupuesto y la acumulación de deuda pública y, por otro lado, tenemos la presión del déficit primario, que al cierre del 2023 hiló tres años, siendo uno de los indicadores más relevantes de la postura fiscal del Gobierno”, agregó. ana.martinez@eleconomista.mx