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El PIB de EU apenas creció 0.4% en el primer trimestre de 2024
Afectaron la desaceleración en el gasto de los consumidores, de los gobiernos estatales y locales, así como de las exportaciones.
Estimamos que la economía se enfriará suavemente a medida que la ralentización de la demanda de mano de obra, la moderación del crecimiento salarial, la persistente inflación y las restrictivas condiciones crediticias limiten la actividad del sector privado”.
Gregory Daco, economista jefe de EY-Parthenon.
La economía estadounidense se enfrió notablemente en los tres primeros meses de este año, expandiéndose menos de lo previsto al desacelerarse el gasto de los consumidores y las exportaciones, según datos del gobierno de Estados Unidos publicados ayer 25 de abril.
La mayor economía del mundo creció 1.6% anualizado en el primer trimestre, de acuerdo con el Departamento de Comercio, cifra por debajo de las expectativas de los analistas, quienes esperaban un crecimiento de 2.4 por ciento.
La cifra también supuso una clara desaceleración respecto al avance de 3.4% registrado en los tres últimos meses del 2023, y significó la tasa más débil desde mediados del 2022.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, sostuvo que el “informe muestra que la economía estadounidense sigue siendo fuerte, con un crecimiento constante y estable”. También subrayó que el desempleo se ha mantenido por debajo de 4% durante más de dos años.
“Sin embargo, tenemos más trabajo por hacer. Los costos son demasiado elevados para las familias trabajadoras, y estoy luchando para reducirlos”, dijo Biden en un comunicado.
La última cifra sigue mostrando expansión, no obstante, las presiones económicas podrían pesar sobre Biden en su búsqueda de la reelección presidencial en noviembre.
Biden trabaja para mejorar las percepciones en torno a su gestión de la economía, incluso cuando la inflación alta ha disminuido desde la pandemia de Covid-19 y el mercado laboral se ha mantenido sólido.
Ralentización del gasto
La ralentización del crecimiento “reflejó principalmente desaceleraciones en el gasto de los consumidores, las exportaciones y el gasto de los gobiernos estatales y locales”, aseguró el Departamento de Comercio.
El gasto de los consumidores creció 2.5%, retrocediendo respecto al cuarto trimestre, cuando registró 3.3 por ciento. También hubo una “desaceleración del gasto del gobierno federal”, detalló el Departamento de Comercio.
Por su parte, las exportaciones tuvieron una desaceleración de 4.2 puntos porcentuales respecto a octubre-diciembre del 2023, al expandirse solamente 0.9 por ciento.
La inversión residencial, sin embargo, tuvo un buen comportamiento, con la construcción de nuevas viviendas impulsada por la demanda y la falta de existencias de reventa, señalaron los analistas.
El consumo ha resistido mejor de lo previsto el año pasado, a pesar de que los economistas predijeron que el gasto se enfriaría a medida que los hogares agotaran sus ahorros del periodo pandémico y los costos de los préstamos se mantuvieran altos.
Un factor clave es la solidez del mercado laboral, que ha incentivado el aumento del empleo y los salarios.
Todo ello ha impulsado el optimismo de que el país está logrando un “aterrizaje suave” de la economía, donde la inflación desciende como consecuencia del incremento de las tasas de interés pero sin que se desencadene una recesión.
Perspectivas inciertas
Los consumidores siguen dispuestos a gastar “pero ya se muestran más escrupulosos ante los elevados precios”, explicó Gregory Daco, economista jefe de EY.
De cara al segundo trimestre, “creemos que la economía se enfriará suavemente a medida que la ralentización de la demanda de mano de obra, la moderación del crecimiento salarial, la persistente inflación y las restrictivas condiciones crediticias limiten la actividad del sector privado”, añadió.
Los analistas señalaron que las cifras del Producto Interno Bruto del primer trimestre podrían revisarse posteriormente, ya que las estimaciones anticipadas suelen revisarse de forma significativa.
Por ello, este aumento más débil de lo previsto “no es preocupante”, aseguró el economista Ryan Sweet, de Oxford Economics.
Sin embargo, “las perspectivas de futuro son inciertas”, señaló Rubeela Farooqi, economista jefe de High Frequency Economics.
Es probable que la fortaleza del mercado laboral apuntale el gasto de los hogares y el crecimiento económico.
No obstante, una inflación persistente podría hacer que el banco central estadounidense mantenga las tasas de interés altas durante más tiempo de lo planteado, añadió.
Esto podría pesar sobre los consumidores y las empresas en los próximos trimestres.