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El futbol se atraviesa en sus cálculos
En el búnker en que se confeccionaba el paquete presupuestal para el próximo año, arrastraba el lápiz cuadrando cifras y, al mismo tiempo, no despegaba los ojos de las dos pantallas de televisión, colocadas para la ocasión.
En el búnker en que se confeccionaba el paquete presupuestal para el próximo año, personal de la Subsecretaría de Egresos y de la Unidad de Control Presupuestal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público arrastraba el lápiz cuadrando cifras y, al mismo tiempo, no despegaba los ojos de las dos pantallas de televisión, de 50 pulgadas, colocadas para la ocasión.
Los meseros dispusieron, para picar, en charolas grandes: carnes frías, quesos, aceitunas verdes y negras, y frituras, esa comida chatarra a la que diputados y senadores aprobaron imponer nuevos impuestos a partir del próximo año.
Cuando el seleccionado mexicano Raúl Jiménez anotó el segundo de los cinco goles que al final dieron un holgado triunfo 5-1 a su país, uno de los funcionarios aventuró, con emoción: Si ganamos, el presupuesto se aprobará sin pedos .
Su interlocutor terció: ¡Claro! Este resultado nos va a ayudar
Apenas uno que otro legislador se apareció por el lugar a la hora del juego de la Selección nacional con sus peticiones de recursos de última hora, por escrito, entre manos, como la petista Lilia Aguilar, que llegó a paso veloz al filo de las 3:30 de la tarde.
Entre decreto y dictamen no checan las cifras, ni con los anexos , comentó con preocupación uno de los técnicos a su compañera de labor, aunque ella aseguraba que en la USB que llevaba ya estaba todo listo.
En el restaurante del interior del palacio legislativo, José Manzur, el diputado priísta por Ixtlahuaca de Rayón, Estado de México, que preside la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, la encargada de aprobar el dictamen presupuestal y cuyo documento se esperaba con ansiedad para activar los trabajos del pleno cameral, comía gustoso sin perder detalles de los jugadores nacionales.
Citada a la 1 de la tarde, la comisión de trabajo seguía en sesión permanente al finalizar la justa de balompié; fue hasta después de las 9 de la noche, hora de la última convocatoria formal de las muchas que se hicieron durante toda la tarde, cuando inició sus trabajos de manera pública.
A las 4 de la tarde, hora de la cita de la sesión ordinaria del pleno cameral para discutir y aprobar el gasto público del próximo año, el tablero electrónico reportaba la presencia de apenas 90 de los 500 legisladores.
El personal de mandos medios y superiores de Hacienda que trabajaba a marchas forzadas en el búnker de lona blanca colocado en el patio sur, se notaba contento con la transmisión del partido de futbol que fue interrumpida de súbito iniciado el segundo tiempo; en las dos pantallas apareció la imagen fija del Canal del Congreso.
Felices por el triunfo del Tri, los funcionarios de esos niveles lo estaban más, quizá, por la eliminación de los candados que hasta este año impiden incrementos salariales; en el 2014 podrá haber aumento de sueldo en los tres niveles de gobierno para los altos funcionarios.
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