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El nuevo tipo de cambio encarece la vida en Venezuela
La aplicación del sistema cambiario Sicad II, desde el lunes pasado, hizo que un litro de leche pasara de costar 32 bolívares el viernes a 80 bolívares el miércoles siguiente. En el aire sobrevuela una escasez de productos de 28 por ciento.
Si usted acudiese a un supermercado venezolano y consiguiera encontrar los productos básicos descubriría que ahora resulta más costoso adquirirlos que la semana pasada, cuando aún no había entrado en juego el Sicad II. Este es el nuevo sistema de tasa cambiaria al que pueden acogerse tanto personas naturales como jurídicas, con una cotización por encima de los 50 bolívares que, en los hechos, implica una devaluación de casi 90% de la moneda.
El modelo entró en vigor el lunes en Venezuela y tenía como finalidad flexibilizar la economía y acabar con la diferencia cambiaria entre la tasa oficial y la paralela (el mercado negro): la primera es de 6.3 bolívares por dólar y la segunda puede alcanzar cotizaciones de más de 80 bolívares por unidad. Lo que en realidad ocurrió con el Sicad II es que las fluctuaciones en el precio provocaron que el bolívar se devaluara 89% si se compara con la tasa Cadivi (Comisión de Administración de Divisas) y 77% con el Sicad I.
Los principales alimentos que se encarecen son los básicos, que en Venezuela están subsidiados por el Gobierno: leche, harina, huevos, pan. Un litro de leche, por ejemplo, pasó de costar 32 bolívares el viernes a 80 bolívares el miércoles siguiente y la misma cantidad en aceite pasó de 11 bolívares a 35.
Es el caso también de un jugo de 2 litros, que en una semana varió de 24 bolívares a 42 o una taza de café de 12 bolívares a 25. Se prevé que el café en polvo que estaba en 22 bolívares llegue a 100, advirtió un tendero en Caracas. Los productos aumentaron en la mayoría de los casos más 50%, aunque ciudadanos denuncian que estos precios nuevos no han sido publicados en la Gaceta Oficial.
Eso si consigue encontrarlos, porque la tasa de escasez en el país, que aún no actualizó sus datos a este mes, alcanzó en febrero 28 por ciento. La economía está totalmente paralizada, porque aunque aquí exista capacidad de producción no se disponen de los envases para transportar ese producto, por ejemplo. Los envases llegan por importaciones y ahora eso está parado , afirmó Jessica Grisanti, economista senior de la consultora Ecoanalítica.
La clave de todo está en la tasa cambiaria. En Venezuela coexisten tres, que se aplican en diferentes ámbitos: Cencoex (reemplazo de Cadivi), Sicad I y la recién llegada Sicad II. Cadivi establece la tasa de cambio en 6.3 bolívares, Sicad I en 11.36 y Sicad II ya cierra en 58. ¿Cómo saber entonces dónde se aplica cada una y en qué repercute esto en el consumidor?
El Gobierno estableció que los productos prioritarios, que son 80%, entrarán con la tasa de 6.30, mientras que 12% será a través de Sicad I y sólo 8% de las importaciones que llegan lo harán con el Sicad II , dijo Magdalena Pardo, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Venezolana.
Pero no existen parámetros de lo qué se considera prioritario y no hay distinción entre un kilo de pollo o un artículo de aseo básico, explicó. Hay productos que ya no se encuentran como el desodorante o jabón, que puede ocupar toda una tarde de búsqueda sin resultados , dijo Grisanti.
EL FANTASMA DEL CONTRABANDO
Con una inflación galopante de 56%, Nicolás Maduro promulgó la Ley de Precios Justos para controlar la escalada, pero cuenta con otro competidor demasiado fuerte y que corre en paralelo: el contrabando, fortalecido por la crisis económica, el subsidio a los productos básicos y ahora también con el Sicad II, como dijo Diego Rengifo, vicepresidente técnico de Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) de Colombia.
El dólar paralelo cerró el viernes en 56 bolívares y el miércoles se cotizó en 80. Ante las necesidades básicas de la canasta cada familia enfrenta cifras peocupantes, muchos de esos productos subsidiados no llegan a la población, sino que pasan la frontera. Esta medida en Venezuela afecta a la comunidad colombiana , dijo Rengifo.
La escasez es la consecuencia del contrabando y las políticas internas, pero el papel que podrían tener los importadores para solventar este problema queda muy limitado, sobre todo en el caso de exportadores de productos básicos, que desconfían de que su trabajo pueda ser remunerado, como afirmó Andrés Valencia, presidente de Fenavi.
Las exportaciones avícolas no existen a día de hoy. La tasa cambiaria acabó con ellas hace cinco años. El sistema cambiario venezolano distorsiona los mercados; no puedes tener diferentes tasas, porque al final promueves que la tasa más alta sea un foco de corrupción al que puede adherirse quien lo desee, y eso es una economía que no responde , dijo Valencia.
Al final es el empresario el que decide qué tasa escoger, y hasta cierto punto, pues resulta evidente que si el precio por introducir un producto es elevado el exportador querrá acogerse a una tasa más elevada para obtener beneficios en la transacción. Así las cosas, aún llegan más predicciones negativas con el Sicad II.
Contenido de la Red Iberoamericana de Prensa Económica