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Economía

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La inflación sube el precio de la cena de Navidad a doble dígito

Comer y brindar será significativamente más caro en 2022. La cena de Navidad costará en promedio 15% más. La mayoría de los productos para preparar el banquete han encarecido a doble dígito. Una cena para 10 personas costará entre 2,500 y 5,000 pesos, dependiendo del platillo principal, según una proyección de El Economista.

Ilustración EE: Nayelly Tenorio

La cena de Navidad costará alrededor de 15% más que el año pasado. Todos los platillos tradicionales, desde el pavo al horno, la pierna o el lomo de cerdo, los cortes de carne y hasta las pastas, llevan ingredientes en sus recetas cuyo precio ha saltado a doble dígito en este 2022.

Frutas, verduras, carnes y pan están entre los alimentos en los que más se notará la inflación a la hora de hacer las compras.

Las familias lo saben: casi todos los alimentos —tanto procesados como agropecuarios— están más caros. El alza generalizada en los precios está ligada con múltiples factores: desequilibrios en la oferta y la demanda, cortes en las cadenas de suministro por la guerra en Europa y los virus que han infectado a distintas especies de aves en América del Norte.

Esta escalada de precios será determinante en las decisiones alimentarias que tomen los hogares para celebrar la Navidad. Algunas estrategias: realizar compras con anticipación, elegir un menú económico, reducir las porciones, cambiar ingredientes o bajar su calidad.

En un país donde casi 20% de las personas no puede costear la canasta básica de alimentos, este año habrá más hogares en los que no habrá cena de Navidad pomposa.

¿Qué es lo que más se ha encarecido?

El pan, algunas verduras, los lácteos y las carnes son algunos de los productos que más se han encarecido en el 2022, de acuerdo con cifras del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) procesadas por El Economista.

Otros insumos necesarios para los postres y las bebidas —alcohólicas y sin alcohol— también costarán significativamente más que el año pasado.

De la cesta de insumos básicos para los platillos tradicionales de Navidad, el pan blanco es el que más ha incrementado su precio promedio. De acuerdo con la investigación de El Economista con cifras de octubre, el pan blanco se está vendido 30.8% más caro que el año pasado.

El huevo, otro insumo importante, sobre todo para los postres, ocupa el segundo lugar con un encarecimiento de 27.7 por ciento. El pan de caja tiene un precio 21.9% más alto en comparación con 2021.

Otros productos de la cena navideña que registran alzas de precio importantes son la leche pasteurizada de vaca (13.7%), la carne molida de res (12.2%), el lomo de cerdo (10.7%), los cortes especiales de carne de res (6.6%) y el camarón (1.5%).

Para la elaboración de los postres navideños se observa que la leche evaporada o condensada se comercializa 11.4% más cara que el año pasado. La piña y el azúcar encarecieron 10.6% y 10.4%, respectivamente. Los chocolates y productos de confitería registran una tasa de inflación interanual de 9.0 por ciento.

Brindar con un alcoholito también será más caro. La cerveza subió 12.0% su precio y el vino de mesa, 6.7 por ciento. Los refrescos envasados muestran un alza de 9.9 por ciento.

¿Cuánto dinero se necesitará para la cena de Navidad?

Una revisión de El Economista de los precios de los supermercados Walmart y Chedraui y de mercados locales en la zona centro de la Ciudad de México encontró que una cena de Navidad para 8-10 personas costará entre 2,500 y 5,000 pesos, dependiendo del platillo a cocinar.

Algunos de los platillos ya preparados tendrían el costo aproximado siguiente:

El tradicional pavo relleno al horno: 1,800 pesos

Lomo o pierna de cerdo en adobo: 1,650

Lasaña de carne molida de res: 350 pesos

Pasta en salsa Alfredo: 200 pesos

Romeritos: 320 pesos

Ensalada de vegetales con queso fresco: 300 pesos

Ensalada dulce de manzana: 180 pesos

Pastel de chocolate: 200 pesos

Ponche de frutas: 250 pesos

Dos vinos de mesa: 400 pesos

Tres refrescos grandes: 105 pesos

Los patrones de consumo y los niveles de seguridad alimentaria ya registran cambios debido al incremento sustancial de los precios.

En algunas regiones el alza de precios ha sido y será más pronunciada por lo que el impacto en el bolsillo de sus habitantes será mayor. Al corte más reciente de las tasas de inflación interanual se observó que los estados del Sureste, como Oaxaca y Chiapas, tienen ciudades con mayor incremento de precios en relación con entidades del centro, como el Estado de México y Querétaro.

La fuerza del golpe de la inflación también es diversa si se analiza por nivel socioeconómico, las familias más pobres han resentido casi al doble la escalada de precios de los alimentos. Lo cierto es que estos banquetes decembrinos requerirán un desembolso mayor de todos los hogares en relación con el año pasado.

ana.garcia@eleconomista.mx

Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México. Periodista especializada en género, derechos humanos, justicia social y desarrollo económico.

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