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La recaudación estatal sólo representa 11.28%
De acuerdo con un estudio de aregional, el presupuesto de 28 estados, en el periodo que va del 2004 al 2009, se integró con al menos 90% de recursos provenientes de la Federación.
Los ingresos propios de las 32 entidades federativas en el país apenas representaron 11.28% en promedio de sus recursos netos entre el 2004 y el 2009, según la consultoría aregional.
Sólo seis entidades superaron el promedio nacional: Distrito Federal, Nuevo León, Chihuahua, Quintana Roo, Baja California y Sonora.
La ciudad de México generó 40.22% en promedio del total de sus ingresos para ese periodo. La elevada cifra obedece a que la demarcación cuenta con las facultades recaudatorias de un estado y un municipio.
Le siguieron Nuevo León, con 16.82%; Chihuahua, con 14.69%; Quintana Roo, con 13.13%; Baja California, con 12.95%, y Sonora, con 12.37 por ciento.
En contraste, Guerrero destacó como el estado que mayor dependencia tuvo de los recursos federales, al contar con una participación propia de apenas 3.26% de su presupuesto anual.
En la parte baja también sobresalieron Hidalgo, Oaxaca Tabasco, Morelos, Veracruz y Puebla. En todos los casos su recaudación fue inferior a 5% de los ingresos totales.
LA DEPENDENCIA Y SU COMBATE
La directora de Finanzas y Deuda Pública de aregional, Flavia Rodríguez Torres, advirtió que la magra generación de ingresos propios provoca en los gobiernos una pérdida de autonomía para llevar el timón de sus estados al depender de lo que la Federación les envía por aportaciones.
Dado que el dinero federal llega etiquetado, éste debe ser ejercido específicamente donde Hacienda lo ha asignado. Si un estado quiere llevar a cabo proyectos, programas y obras que se salgan de la agenda dictada por la Federación tiene que echar mano de sus recursos propios; sin embargo, si se carece de una bolsa de la cual hacer uso, nada de esto es posible, lo que limita la capacidad de concretar iniciativas estatales.
Agregó que a pesar de no poder cobrar impuestos con bases gravables masivas -como el IVA o ISR-, las entidades no tienen las manos atadas en materia recaudatoria.
Una opción más que viable para incrementar la recaudación resulta la instalación de impuestos cedulares, como pueden ser por arrendamientos, expedición de títulos inmobiliarios o permisos para profesionistas independientes.
Actualmente, sólo en Guanajuato, Chihuahua, Quintana Roo, Guerrero, Nayarit y Oaxaca hay gravámenes de este tipo. El director de Hacienda Estatal del Instituto para el Desarrollo Técnico de las Haciendas, Carlos García, comentó que las necesidades poblacionales de salud y educación han ido creciendo a un ritmo acelerado, al cual las entidades no le han podido seguir el paso a la hora de generar ingresos.
Esta presión de gasto genera que las entidades que opten por no establecer la Tenencia a nivel local -gravamen esencial para los estados- padecerán de finanzas más frágiles con el incremento de las demandas populares.
Ambos expertos coincidieron al destacar que en general las entidades ya han tomado en cuenta el beneficio que supone anteponer la generación de ingresos sobre la comodidad de vivir al amparo de la Federación, por lo que pasados los próximos comicios federales del 2012, se comenzará a ver mayor énfasis en la recaudación que generan por sí solos.
FOCOS ROJOS EN ENTIDADES
LAS TRES ESPINAS DE LA CAPTACIÓN DE IMPUESTOS
La desaceleración económica mundial, la violencia e inseguridad y los próximos comicios presidenciales encendieron los focos rojos en la generación de ingresos propios para los estados, ya que los tres principales gravámenes subnacionales: el ISN, la Tenencia y el impuesto al hospedaje están siendo impactados por estas tres situaciones, de acuerdo con expertos consultados por El Economista.
Flavia Rodríguez Torres, directora de Finanzas y Deuda Pública de aregional, refiere que factores económicos o de inseguridad han inhibido la apertura de nuevas empresas en México, y al ser el ISN un impuesto netamente empresarial -que pagan las compañías por cada empleado-, éste se ha visto muy mermado con la cautela en la llegada de nuevas inversiones o con la migración de negocios a otros países. En cuanto al impuesto al hospedaje sucede lo mismo, el turismo en México presenta bajas en la recepción de visitantes.
Así, los estados manufactureros se ven afectados por la baja en la recaudación en el ISN, mientras que los estados turísticos no cuentan actualmente con una fuerte recaudación por las habitaciones ocupadas.
Estos dos grandes flagelos, junto con la actual Ley de Coordinación Fiscal -en la cual se dan mayores aportaciones a las entidades que presentan los mayores crecimientos económicos e índices de recaudación- vienen a ampliar la brecha entre estados pobres y ricos, en opinión de Lolbe Peraza González, directora de Estudios Económicos y de Gobierno de la consultoría presupuestal Infonomics.
Incluso dijo que se genera un círculo vicioso, donde la violencia y la economía desincentiva la recaudación, por lo que se reciben menos apoyos de la Federación y los estados pobres se ven más limitados para salir adelante, como es el caso de Guerrero.
Además, de acuerdo con Marco Cancino, investigador del Centro de Investigación para el Desarrollo AC, el factor político tampoco ha ayudado mucho, sobre todo respecto de la Tenencia, ya que con las elecciones del 2012 pocas entidades quieren asumir el costo político que supone establecer el gravamen a nivel local (tales como Sonora, Chihuahua, Querétaro, Sinaloa, Durango, Quintana Roo, Puebla, Aguascalientes, Morelos, Tlaxcala y Guerrero), mientras que las que lo hicieron fue a regañadientes.
TRANSPARENCIA, EL MEJOR ALIADO
Los expertos coincidieron en que ante este panorama adverso y con una sociedad reacia a pagar impuestos, los gobiernos locales deben transparentar hacia dónde se va todo el dinero recaudado y materializar el esfuerzo en el pago de impuestos en beneficios tangibles para la población.
Una de las cosas que todavía no han aprendido los gobernantes es que la gente está reacia a pagar impuestos porque no ve un retorno a ese pago que hacen , comentó la experta de aregional en el sentido de que lo recaudado se debe traducir en beneficios inmediatos para la población, ya sea infraestructurales o de servicios, y no para pagar más burocracia.
eramirez@eleconomista.com.mx