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México lograría una expansión de 3.5% en el PIB del 2023: BNP Paribas
La economía estadounidense fue determinante en este mejor desempeño del país, dice Pamela Díaz Loubet, economistas para México de la firma; el pleno empleo que mantuvo EU favoreció al mayor flujo de remesas y las tensiones geopolíticas, por otro lado, incentivaron un ímpetu inesperado en las inversiones productivas.
Como no se materializó la temida recesión de Estados Unidos en el 2023, la economía mexicana consiguió expandirse a un ritmo de 3.5% el año pasado, según proyecciones de BNP Paribas.
El consumo interno y la inversión fija bruta impulsaron este desempeño inesperado, en un contexto donde siguió la recuperación tardía de sectores de la producción, explicó la economista para el país en la firma, Pamela Díaz Loubet.
El dinamismo de la economía mexicana también estuvo apuntalado por la mayor entrada de remesas y el fortalecimiento del mercado laboral, en un ambiente donde las empresas invirtieron en infraestructura, alentadas por la expectativa de inversiones extranjeras que buscan relocalizarse en México.
La estimación oportuna del PIB será divulgada formalmente por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el próximo 30 de enero. El gobierno federal estimó desde octubre del 2022, que la economía conseguiría un crecimiento entre 2.5 y 3.5% y fue el único que descartó el escenario de una recesión de Estados Unidos el año pasado. El consenso del mercado, levantado por FocusEconomics era un avance de 1.1%, donde 15 de los 47 grupos financieros y corredurías consultadas por la firma, estimaban que el PIB apenas lograría avanzar entre 0.5 y 0.8 por ciento.
Entrevistada por El Economista, Díaz Loubet explicó que la resistencia de la economía estadounidense fue determinante en este mejor desempeño de México. El pleno empleo que mantuvo aquel país, favoreció al mayor flujo de remesas que de por sí traían una importante dinámica. Y las tensiones geopolíticas, por otro lado, incentivaron un ímpetu inesperado en las inversiones productivas, donde las que están llegando a México desde EU, son predominantes.
Inversiones y gasto público, impulso en el 2024
Díaz Loubet expuso que para este año, “nada más de puro carry, México lograría un crecimiento de 2% en este año”.
La experta sostuvo que antes de la pandemia, el crecimiento potencial de México estaba en 1.8%, es decir, la capacidad que tenía el sector productivo para crecer permitía ese desempeño. En la pandemia disminuyó a 1.6% y ahora, gracias a las expectativas positivas del nearshoring, se incrementó esta capacidad de crecer a niveles no vistos desde el 2016, que es 2%, detalló.
A eso se refiere cuando dice que, de puro carry, la economía conseguirá un crecimiento de 2 por ciento.
Pero gracias al mayor gasto gubernamental que se está desplegando este año para terminar los proyectos de infraestructura emblemáticos, para mantener los programas sociales y la inversión que seguirá materializándose, producto del nearshoring, la economía conseguirá medio punto adicional de crecimiento.
Acerca de las remesas, consideró que también van a desacelerar este año, pero seguirán en niveles superiores a los que se vieron antes de la pandemia.
Resaltó que seguirán influyendo en el consumo de bienes intermedios y sería otro de los factores que influiría junto al empleo a que el consumo privado no desacelere en el corto plazo.
Tres etapas del nearshoring
La especialista explicó que el nearshoring es un fenómeno que resultó de la pandemia, a raíz de la disrupción de cadenas productivas por segmentos clave como el automotriz y farmacéutico.
Con el nearshoring, las empresas buscan proteger el flujo de las cadenas de valor y evitar una nueva interrupción que impacte tiempos de entrega de insumos y que no se presente más una presión de la inflación al alza.
El nearshoring tiene tres etapas y dos de ellas ya se materializaron desde el año pasado. Los anuncios de inversión que han concentrado todas las expectativas positivas; la segunda etapa es el flujo de la Inversión Extranjera Directa (IED) y la tercera es cuando esta inversión comienza a verse en los factores de producción, inversión fija bruta y generación de empleo”, destacó.
La mayor proporción del nearshoring que tenemos hasta ahora, se encuentra en la etapa uno, correspondiente a los anuncios de inversión. Pero es evidente que ha empezado también a materializarse en inversiones esta tendencia de relocalización de empresas, señaló.
Y es esta base, junto con las expectativas de que seguirá fluyendo la inversión productiva producto de esta relocalización, lo que alimenta su expectativa de un crecimiento de 2.5% para el 2024. Una previsión que hoy, presenta muchos más riesgos al alza.
BNP Paribas fue de los pocos grupos financieros que estimaron un crecimiento superior a 1% en el 2023. Ellos previeron en enero del 2023 que México crecería 1.3 por ciento.