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Próximo gobierno, moderado por mercado y alianza comercial con EU: Franklin Templeton
El resultado electoral en Estados Unidos es otro riesgo para la economía en el contexto de la relocalización de cadenas de valor, el llamado nearshoring.
La agenda interna del próximo gobierno federal se verá moderada por las instituciones sobrevivientes, por los mercados y por la sociedad comercial que tiene el país con Estados Unidos, confió la estratega de inversión en Franklin Templeton, Nadia Montes de Oca.
Si bien reconoció como riesgo doméstico la aprobación de las reformas al Poder Judicial y al órgano electoral, confió que habrá contrapesos internos operando.
En un webinar donde presentó la actualización de las perspectivas económicas para México que tiene el administrador de activos, admitió que el resultado electoral en Estados Unidos es otro riesgo para la economía en el contexto de la relocalización de cadenas de valor, el llamado nearshoring.
De hecho, anticipó que el mercado seguirá bajo tensión conforme se aproximan las elecciones de Estados Unidos, programadas para el 5 de noviembre.
La estratega confió que la relocalización de manufactureras en México seguirá latente bajo cualquier escenario electoral en Estados Unidos.
Si gana la candidata del partido demócrata, Kamala Harris, se reforzará la alianza comercial con México y se mantendrá el conflicto con China. Y en caso de que resulte ganador el candidato republicano Donald Trump, las controversias comerciales con México pasarán a un segundo plano porque en su nuevo mandato, seguirá concentrado en sus diferencias con China.
Los retos para el nearshoring
En la presentación, refirió que este proceso de relocalización donde México puede verse beneficiado, enfrenta también varios retos.
Se refirió a la distribución de agua y la inestabilidad en la transmisión de energía eléctrica; la infraestructura de comunicación vía terrestre y la seguridad.
Todos son factores pueden frenar la entrada de empresas globales interesadas en proveer a Estados Unidos desde México, en tanto se resuelven, estimó.
La estratega de inversión confió que el atractivo de México prevalecerá incluso como contrapeso en la eventualidad de un escenario donde se presente turbulencia en el mercado.
A diferencia de los capitales en la bolsa, la llegada de inversiones productivas no depende de que el país conserve el grado de inversión, matizó.
Posible perder grado de inversión
La estratega de Franklin Templeton admitió que en la firma tienen dos escenarios donde México pierde el grado de inversión.
El más probable, al que conceden 65%, considera que alguna calificadora retirará esta distinción al país, si la nueva administración continúa distribuyendo recursos públicos vía pensiones, sin incrementar los ingresos y apoyándose en más deuda. En este escenario, la economía entra en una desaceleración que lleva al PIB a un crecimiento de 1.9% a 2% y el grado de inversión se pierde en los últimos años de la próxima administración.
El otro escenario donde también consideran la pérdida del grado de inversión, es el negativo, con 20% de posibilidad de materializarse; éste incorpora una recesión profunda, guiada por Estados Unidos, donde el gobierno mexicano se radicaliza hacia el autoritarismo. Esta acción que llevaría a México al grupo de los emisores de títulos basura o especulativos, se presentaría en un lapso de dos años.
Tal como lo explicó la estratega de inversión, de confirmarse esta degradación de la nota soberana de México, el país saldría de los índices globales de renta fija, lo que motivaría una importante desinversión de títulos mexicanos.
Escenario positivo
En Franklin Templeton tienen un tercer escenario donde sobresale el pragmatismo de la próxima presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Este panorama tiene 15% de posibilidad de presentarse, y contempla un crecimiento del PIB de 3% en este año, el triunfo de Kamala Harris con un Congreso dividido que refuerza la alianza comercial con México y el país no pierde el grado de inversión.
La estratega matiza que la calificación soberana se encuentra en riesgo ante el manejo de las cuentas nacionales, pues a diferencia del gobierno saliente, el próximo no contará con los fondos que amortiguaron el gasto público, y sin una reforma tributaria a la vista o un giro en el manejo de sectores estratégicos que tienen problemas, no habrá capacidad financiera para apuntalarlos.