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Economía

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Rodrigo Rato ingresó a prisión en Madrid

El exdirector gerente del FMI y exvicepresidente español Rodrigo Rato entró hoy a la prisión de Soto del Real, en Madrid, para cumplir una condena de cuatro años y seis meses por el delito de apropiación indebida.

El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y exvicepresidente español Rodrigo Rato entró hoy a la prisión de Soto del Real, en Madrid, para cumplir una condena de cuatro años y seis meses por el delito de apropiación indebida.

Al que fuera “número dos” de los gobiernos de José María Aznar (1996-2004) se le confirmó la sentencia por parte del Tribunal Supremo de España el pasado 3 de octubre, por el caso de las tarjetas black en su gestión en Caja Madrid-Bankia.

“Acepto mis obligaciones con la sociedad, asumo los errores que haya podido cometer; pido perdón a la sociedad y a aquellas personas que hayan podido sentirse decepcionadas o afectadas”, dijo Rato a los medios de comunicación a su entrada a la prisión.

“En nombre mío y de mi familia, agradezco a amigos y familiares que nos han apoyado estos días”.

El alto tribunal ratificó el 3 de octubre la sentencia de febrero del 2017 de la Audiencia Nacional contra él y otros 63 exdirectivos y exmiembros del Consejo de Administración de la caja de ahorros, que se beneficiaron de estas tarjetas.

Se trata de exejecutivos y exconsejeros de la entidad financiera entre los años 2003 y 2012, en los que hay representantes de partidos políticos, sindicatos y un exjefe de la Casa Real.

Rato asumió la presidencia de Caja Madrid en enero del 2010, en plena crisis económica, encabezó su transformación en el banco Bankia en diciembre de ese año, y dejó el cargo en mayo del 2012 ante la inminente situación de quiebra de la entidad.

Tras la nacionalización de Bankia (anteriormente Caja Madrid), el nuevo equipo gestor reveló en el 2012 que los anteriores consejeros de la entidad utilizaban unas tarjetas que se les concedieron para gastos personales, sin que fuera parte de su contrato y sin necesidad de justificar.

El alto tribunal dio por acreditado el gasto de más de 12.5 millones de euros entre el 2003 y 2012, “con el uso personal de los plásticos a sabiendas de que era una práctica ilegal y de que causaron un quebranto al patrimonio de la caja extinta”.

Las penas oscilan entre cuatro meses y cuatro años y medio (la de Rato), y se incluyen como atenuantes los casos de algunos que devolvieron el dinero gastado (a la propia entidad o a la justicia).

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