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Economía

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Tendencia a la baja del déficit primario de México refleja bajo estímulo en la pandemia: FMI

La deuda será de alrededor del 60% del PIB de aquí al 2024. Sin apoyos fiscales en la pandemia, remesas y ahorros en consumo fueron el colchón para los mexicanos, refieren los expertos del FMI.

(En México) el menor apoyo fiscal desplegado por el gobierno durante la pandemia, permitió contar con saldos primarios comparativamente pequeños”. 

Fiscal Monitor.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que México registrará un déficit público equivalente a 3.2% del Producto Interno Bruto (PIB) este año, una proporción inferior a 3.5% del PIB proyectado por ellos mismos en octubre.

De acuerdo con los expertos del organismo financiero, este déficit se reducirá de forma gradual para ubicarse en 2.9% en el 2024, con lo que se completará una trayectoria a la baja desde el pico alcanzado en el año de la pandemia, el 2020, cuando registró un déficit equivalente a 4.4 por ciento.

Al interior del Fiscal Monitor, los expertos del FMI precisaron que esta tendencia a la baja en el desbalance de las cuentas públicas de México tiene su origen en “el menor apoyo fiscal desplegado por el gobierno durante la pandemia, lo que permitió contar con saldos primarios comparativamente pequeños”.

Al interior del Fiscal Monitor, se observa que el déficit de México en este año, de 3.2% del PIB, es inferior al resto de sus pares emergentes que en promedio tendrán un déficit fiscal de 5.7% del PIB.

En el mismo documento, los expertos del FMI proyectaron que la deuda general del gobierno mexicano será equivalente a 58.4% del PIB este año, un nivel superior a 57.6% del Producto registrado en el 2021.

Según los cálculos del Fondo Monetario, esta proporción de la deuda mexicana se mantendrá fluctuando entre 58.9% del PIB el año entrante y 59.2% en el 2024.

En esta métrica fiscal, México también compara favorablemente con el resto de sus pares emergentes, donde el promedio de la deuda es de 67.4 puntos porcentuales del PIB.

Ahorro y remesas

En el mismo documento los expertos de la institución monetaria explican que, si bien la pobreza mundial aumentó significativamente en el 2020, el apoyo de los gobiernos con cargo al erario ayudó a limitar este empobrecimiento.

Ese fue el caso de Estados Unidos, que dirigió uno de los estímulos fiscales más amplios en el mundo, equivalente a 25% del PIB. De acuerdo con el FMI, esta política contracíclica de EU favoreció incluso una reducción de la pobreza en el año de la pandemia, donde 9.1% de la población fue ubicada en ese segmento de la población, una proporción que es inferior a 11.7% que estaba en situación de pobreza un año antes, es decir en el 2019.

Una situación similar se presentó en Brasil, que desplegó apoyos fiscales equivalentes a 15% del PIB, lo que favoreció una disminución de la pobreza de 23 millones que tenían en el 2019 a 9.8% para septiembre del 2020.

Consignan que, en contraste, en México “donde el apoyo fue limitado, el aumento de ahorro de los hogares fue impulsado por mayores recortes en el consumo, transferencias personales y remesas del exterior”.

El mismo FMI refiere en el documento, que el apoyo fiscal desplegado por México en el 2020 ascendió a 0.7% del PIB, uno de los más pequeños del mundo.

El director de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar comentó que el aumento de los precios de alimentos y energéticos incrementó los riesgos de descontento social en los países de bajos ingresos. El problema es que estos mismos países tienen altos niveles de deuda adquirida tras la pandemia del Covid y se encuentran vulnerables al aumento de las tasas, lo que limita su capacidad de respuesta.

“Hubo presión de organismos para contratar más deuda”

Desde el comienzo de la pandemia del Covid-19, hubo una presión por parte de organismos internacionales para que los países contrataran más deuda para hacer frente a la crisis, aseveró Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), durante la reunión de ministros de Finanzas del G-20.

“Desde el inicio de la pandemia, tanto países emergentes como desarrollados estuvieron bajo presión del consenso internacional, incluyendo los organismos multilaterales, para aumentar su deuda pública para una política contracíclica”, destacó el titular de Hacienda durante su participación.

Ramírez de la O explicó que los niveles actuales de deuda de varios países son considerados desproporcionados por aquellos mismos organismos que recomendaron el endeudamiento, mientras que la deuda de los países desarrollados es casi tres veces mayor a la de los emergentes, aunque el total de los intereses sea prácticamente el mismo.

“El problema es mayor cuando se observa que la región latinoamericana ha sido la más afectada en cuanto a las calificaciones crediticias. Tan sólo el año pasado 35% de los países de la región tuvieron una reducción de su calificación por al menos una de las tres principales calificadoras. (Redacción)

ymorales@eleconomista.com.mx

erp

Yolanda Morales Quiroga es “corresponsal itinerante” en organismos financieros internacionales, apasionada de la macroeconomía y la política monetaria y contadora de historias, detrás de sus apuntes de reportera. Oficio en el que se ha desempeñado por 19 años. Reportera de Finanzas Globales, blogger y conductora del Programa en línea de El Economista, Voces en Directo.

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