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Urgente gravar los superbeneficios de empresas para hacer frente a la inflación y desigualdad: ICRICT
Los sistemas fiscales regresivos se han profundizado con la crisis inflacionaria y la guerra en Europa; por ello, es urgente que los gobiernos actúen en materia de política fiscal para gravar a las compañías multinacionales, a los gigantes digitales y a los multimillonarios.
Aunque muchas familias alrededor del mundo están sintiendo el golpe por la crisis inflacionaria y el bajo dinamismo económico, también hay muchas compañías e instituciones que se están beneficiando de esta situación a través del sistema fiscal. Las brechas de desigualdad y los niveles de pobreza están ampliándose con fuerza.
Bajo este panorama es fundamental que los gobiernos apliquen políticas fiscales progresivas de emergencia, que estén encaminadas a gravar los "superbeneficios" de las empresas. La generación de ingresos públicos derivada de medidas de este tipo, además, debe destinarse a políticas públicas de desarrollo social.
De acuerdo con el informe públicado por la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT por sus siglas en inglés), la mayoría de los países han seguido políticas fiscales regresivas que golpean a las familias más pobres, al mismo tiempo que las empresas multinacionales y los más ricos evaden las tasas justas de impuestos.
En México, particularmente, se observa cómo algunas medidas fiscales tienen efectos regresivos. La tasa cero y las exenciones son un ejemplo: el decil X -en donde están los hogares más ricos del país- llega a obtener hasta 25 veces más ingresos que el decil I -los más pobres- por estas medidas fiscales.
De acuerdo con cifras de la la SHCP (Secretaría de Hacienda y Crédito Público), la tasa cero a la vivienda y las exenciones a medicinas son los rubros en donde la brecha en el beneficio que obtienen los más ricos y los más pobres es más amplia.
Y pese a los esfuerzos de cooperación internacional de aplicar un impuesto mínimo a estas grandes compañías, los resultados han sido modestos, demorados e insuficientes.
Sólo para dimensionar el posible impacto de gravar de manera multilateral los "superbeneficios", se calcula que un impuesto mínimo efectivo mundial sobre los beneficios de las empresas del 15%, se generarían alrededor de 150,000 millones de dólares de ingresos fiscales adicionales en el mundo.
La ICRICT propone que este gravámen sea de 25%, generando más de 500,000 millones de dólares de ingresos goblales extra.
El informe de la ICRICT señala también que, activar paquetes de política fiscal progresiva, no sólo tendría efectos positivos en el nivel de cohesión social y redistribución de la riqueza; también derivaría en mejoras en los sistemas de recaudación fiscal.