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Economía

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El Inegi actualizará cada dos años canasta con la que se mide la inflación

Actualmente se revisa cada cuatro años; se busca un dato más apegado a los patrones de consumo de las familias.

El Inegi ajustará la canasta del INPC, ahora cada dos años para reflejar el consumo actualEL ECONOMISTA

Gráfico EE

En el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) planea actualizar el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) con más frecuencia.  

La idea es programarla cada dos años, en lugar de cada cuatro, como había sido hasta ahora, explicó el director de índices de Precios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Jorge Reyes Moreno.

Esta estrategia se completará conforme la frecuencia de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH), que también levanta el Inegi, consignó.

Entrevistado por El Economista, comentó que la evolución de la tecnología para el uso común está obligando a la mayoría de los países a planear con más frecuencia la actualización de los indicadores para medir la inflación.

El factor presupuestal es un claro determinante también de esta actualización.

Estados Unidos y las economías avanzadas de Europa tienen la capacidad económica para llevar sus actualizaciones a una periodicidad anual, pero hay economías que aún reconociendo la importancia de hacerlo más frecuente, tienen que restringir la revisión a lapso de cada 10 años, señaló.

Desde que el Inegi mide la inflación, se han realizado tres actualizaciones: en el 2013, el 2018 y ahora, el 2024.

Como se recordará, anteriormente Banco de México era el responsable de hacer la medición y en ese periodo practicó cinco actualizaciones del INPC, en 1978, 1980, 1994, 2003 y 2010.

La larga distancia y los CD quedan fuera

El directivo del Inegi explicó que desde la primera quincena de agosto del 2024, tenemos en México un dato de inflación más apegado a los patrones de consumo post pandemia de las familias.

Ahora, el INPC incorpora en la medición los servicios de Internet, plataformas streaming de música y películas así como servicios de mensajería que se volvieron de un uso más frecuente.

Y en cambio quedaron fuera de la medición, la larga distancia de telefonía, los discos compactos de películas y música.

De acuerdo con el directivo, ahora la canasta, que integra bienes y servicios sobre la que se miden periódicamente los precios, está integrada por 292 elementos, en lugar de 299, que se tenían conforme a la actualización anterior, del 2018.

Estos genéricos no desaparecieron, algunos se desagregaron en función de los cambios en los patrones de consumo, como los periódicos y revistas que en la canasta anterior se medían por separado, cada uno con su propio ponderador, pero hoy se clasifican en un solo genérico.

O los que se desagregaron, como las bebidas energéticas que ahora se miden aparte de los refrescos envasados.

Restricciones y pandemia

Reyes Moreno reconoció que las restricciones de salud que se presentaron en la pandemia, limitaron nuestra asistencia al cine, restaurantes, espectáculos; el trabajo en línea impulsó la necesidad de contar con servicio de Internet y se abrió la oferta del streaming de entretenimiento como películas y música.

Al reabrirse las actividades económicas, algunas empresas se quedaron con la modalidad de trabajo a distancia temporal y entonces bajó el uso de autos y la demanda de gasolina, consignó.

Todos estos cambios fueron recabados por la ENIGH Estacional 2022 en la que se basó la actualización, pues se reflejó también en el peso que tienen los bienes y servicios en el gasto familiar.

Así es como llegamos a un cambio en el peso que tienen los servicios y bienes relativos a la educación que cayó 30% respecto del que tenían en el 2018 en servicios de primaria, preparatoria y universidad, lo que “probablemente reflejó que las familias cambiaron a sus hijos a escuelas públicas o más económicas, y no necesariamente indica que abandonaron sus estudios”.

Cayó también el ponderador de energéticos en 19% al reducir los ponderadores de gasolinas de alto y bajo octanaje y gas doméstico, “posiblemente incorporando el impacto del home office”.

Aumentó el peso de la de salud en el gasto

El directivo tomó por ejemplo el celular, aparato con el que hacemos más cosas como tomar fotos, que puede ser una oficina virtual y su manejo nos hace prescindir de cámaras de foto y video, o nos permite acceder a servicios de entretenimiento.

La velocidad con la que avanza la tecnología hace también fundamental contar con un indicador actualizado de la variación de los precios, que sea representativo de los patrones de consumo de los hogares para leer el comportamiento de la inflación.

El INPC es un indicador diseñado para medir el cambio promedio de los precios en el tiempo, mediante una canasta ponderada de bienes y servicios representativa del consumo de las familias de México, explicó.

Yolanda Morales Quiroga es “corresponsal itinerante” en organismos financieros internacionales, apasionada de la macroeconomía y la política monetaria y contadora de historias, detrás de sus apuntes de reportera. Oficio en el que se ha desempeñado por 19 años. Reportera de Finanzas Globales, blogger y conductora del Programa en línea de El Economista, Voces en Directo.

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