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El Empresario

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“El dar ayuda a ser mejor empresario”

La filantropía es una de las fuerzas que están cambiando al mundo, afirma la presidenta de Wealth Advisory Services, quien agrega que no acepta las críticas de la gente que no entrega nada y sólo juzga.

La filantropía es una de las fuerzas que están cambiando al mundo, afirma la presidenta de Wealth Advisory Services, quien agrega que no acepta las críticas de la gente que no entrega nada y sólo juzga.

“Conozco grandes empresarios que se levantan y se duermen pensando en el balance de resultados, yo no los juzgo, pero pienso que eso no basta, aquí es donde la filantropía juega un papel” dice Carmen Reviriego, “dar es una forma de trascender”.

A ella la podemos definir como experta en filantropía, aunque sería limitarla. Ha coordinado La Suerte de Dar, un libro con entrevistas con filántropos, pero también ha escrito El Laberinto del Arte, un trabajo donde trata de explorar los puntos en los que se encuentra el mercado del arte y los motivos de los artistas. Es presidenta de Wealth Advisory Services y una de las mujeres directivas más relevantes del mundo, según la IE Business School.

“No me importan los motivos que tiene alguien para dar. La filantropía es una de las fuerzas que está cambiando el mundo. No acepto las críticas de gente que no entrega nada y sólo juzga”, dice esta empresaria que viene del mundo de las finanzas. “Cuando digo que no me importan las razones, eso no vale para los narcotraficantes o los criminales”, matiza con una sonrisa: “Creo que el dar implica muchas cosas que van más allá de las relaciones públicas o una estrategia fiscal. Para una familia de empresarios, es una forma de encontrar motivos que les den permanencia. Sirve para unir a la familia en torno a objetivos más altos, los lleva a preguntarse sobre qué huella quieren dejar en la sociedad y actuar para conseguirlo”.

Ella radica en Madrid, pero cada vez pasa más tiempo en México. La semana pasada estuvo aquí para participar en el III Encuentro de Filantropía un evento coorganizado por Citi Wealth Management y Chevez, Ruiz, Zamarripa. Allí estuvieron Eileen Rockefeller, cuarta generación de la familia; Paola Luksic, presidenta de la Fundación Luksic de Chile; Alfredo Carbajal, presidente de la Fundación Carbajal de Colombia y Manuel Arango, de la familia fundadora de Aurrerá y una de las figuras más relevantes de la filantropía en México, fundador de Centro Mexicano para la Filantropía.

En la conversación con Reviriego aparece una frase que se atribuye a los Rockefeller, pero que es una especie de mantra para muchos de los filántropos: Cada derecho implica una responsabilidad; cada oportunidad, un compromiso; cada posesión, una obligación.

En las “formas de dar” cuentan las diferencias culturales, pero predominan las afinidades, “es gente que tiene una visión del mundo, donde el compartir es fundamental”. De cualquier modo, son evidentes las diferencias de la filantropía en América Latina y en Estados Unidos, Carmen Reviriego las explica así: “En Estados Unidos, el sistema fiscal es durísimo con la trasmisión de patrimonio en forma de herencias. La mitad va para el fisco. Eso genera condiciones para que los empresarios creen fundaciones. Así ellos dicen qué se hace con su dinero. En la tradición iberoamericana, hay pocos incentivos fiscales. En algún sentido, hace más complicado y más meritorio dar”.

Las críticas a la filantropía le llaman la atención. Lleva años tomando nota de ellas, “refleja lo poco que se reconoce en nuestras sociedades la figura del filántropo. Hay desconfianza y desconocimiento. Si se tratara de evadir impuestos, hay formas más eficaces. Los que creen que sólo se trata de hacer relaciones públicas, deberían ver lo mucho de trabajo de filantropía que no tiene reflectores, que se hace con discreción”.

Carmen Reviriego reflexiona sobre el papel que la filantropía tiene en su vida. Ella es presidenta de una empresa que hace las tareas de family office, en la administración del dinero de familias con muchos recursos. “La principal fuente de ingresos de nuestra empresa es la asesoría en inversiones en arte. Hemos estado en algunas de las adquisiciones que han roto récords, en Sotheby´s. Me he ido involucrando cada vez más en la filantropía, en la creación de fundaciones porque creo en su poder transformador. Me ha dado la oportunidad de asomarme a una fase luminosa de muchas personas que son exitosas en el mundo de los negocios. Hay una cierta coherencia y algo más: el dar es un arte que ayuda a ser mejor empresario”.

lmgonzalez@eleconomista.mx

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