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El Empresario

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El poder de la tropicalización

Los personajes más significativos de la historia de la humanidad, han forjado sus conocimientos y experiencias en diversos ámbitos; pero en lo que siempre coinciden es en el movimiento: todos dicen que hay que estar en movimiento para lograr un cambio.

Como empresario y arquitecto de sueños de emprendimiento, me doy cuenta que no basta quedarnos quietos en ningún lugar. He observado como los conferencistas internacionales o los empresarios más famosos del mundo e, incluso, los personajes más significativos de la historia de la humanidad, han forjado sus conocimientos y experiencias en diversos ámbitos; pero en lo que siempre coinciden es en el movimiento: todos dicen que hay que estar en movimiento para lograr un cambio.

Por ejemplo, Charles Darwin hablaba de la mutación de las especies para su supervivencia; Einstein hablaba del cambio como una necesidad para sacar lo mejor de cada quien; y Miguel de Unamuno del resultado del cambio como una de las constantes en nuestras vidas: el progreso. El cambio entonces, es una constante que nos evitará muchos problemas como empresarios y como seres humanos.

En un negocio, el cambio puede incluir desde mejoras internas como las modificaciones en las líneas de producción, nuevas herramientas para los meseros de un restaurante, o bien, un nuevo sistema de captura de tiempos en una oficina. También pueden modificar su crecimiento por medio de una nueva unidad, en su ciudad, país o en el extranjero.

Para este paso, son necesarias una serie de actividades que incluyen el estudio a fondo del entorno y la idiosincrasia del país al que se viaje y, sobre todo, la adaptación del modelo de negocio a los usos y costumbres del lugar. Esta adaptación se conoce como tropicalización, para la cual es necesario vivir el mercado y probar lo que se puede adaptar, sin perder la esencia del negocio. Hablamos de modificaciones en procesos y recetas que pueden ser aceptados con mayor facilidad en la locación donde se pretende entrar.

La tropicalización no sólo se trata de conceptos específicos en los negocios. También hay otras formas; sobre todo en cuanto a las adaptaciones de ciertos elementos, para otros territorios, como es el mariachi japonés y el croata; o la versión mexicana de los otakus. ¿No me creen? Tan sólo busquen estos ejemplos: el mariachi samurái (siete japoneses que tocan en un restaurante mexicano en Japón) o al mariachi croata Los Caballeros de Zagreb.

Basta darnos una vuelta por las plazas comerciales especializadas en la venta de revistas y series de televisión japonesas (en la ciudad de México, la famosa frikiplaza es un referente obligado cuando hablamos de la cultura otaku en nuestro país).

Lo maravilloso de esta tropicalización no es el resultado irónico o gracioso, es la capacidad de adaptación que tenemos en el mundo mismo. Es conocer otras costumbres y hacerlas parte de nuestra vida, es modificar las formas para crear nuevas y así, formar mezclas de todos los colores y sabores posibles. De esta manera, hay McDonalds en Francia, que vende baguettes, o hamburguesas vegetarianas en la India.

Otro ejemplo de la tropicalización es el rodeo, uno de los deportes extremos representativos de Estados Unidos, en donde se mezclan suertes de los vaqueros españoles y de los charros mexicanos, como el jaripeo. La tropicalización es tal, que hoy en día, hay campeonatos internacionales donde participan vaqueros de Australia, Brasil, Canadá, Nueva Zelanda, etc.

Como puedes ver, la tropicalización va más allá de los conceptos tradicionales, por ello no sólo es necesario abrirse al mundo, sino tomar las mejores prácticas para implementar en nuestros negocios, franquicias, o centros de trabajo, herramientas y apoyos que logren globalizar nuestros conocimientos y para ello, es necesario:

  1. Estudiar previamente el mercado donde queremos dirigirnos.
  2. Tomar en cuenta los usos y costumbres de los habitantes de la región, tomando en cuenta desde sus horarios hasta sus opiniones sobre los productos o servicios que se van a comercializar.
  3. Tener visión, motivación, dedicación y sobre todo, decisión para hacer crecer aún más su negocio.
  4. Así sea un negocio, una franquicia o una idea, antes que nada deben tener como característica fundamental la viabilidad de ser adaptable, por lo que necesitamos que el concepto sea original y capaz de adecuarse a diferentes territorios.

La globalización permite infinidad de cambios, los cuales hacen mucha más rica la historia de la humanidad, por ello, tenemos que comprender su importancia y adaptarnos al cambio para estar a la vanguardia. Bien dice la periodista y escritora Julia Navarro que “Vivimos en una sociedad globalizada en donde ya no estamos tan lejos los unos de los otros”.

* Ferenz Feher es Ceo y fundador de Feher & Feher y tiene más de una década de experiencia en el desarrollo de negocios y consultoría empresarial.

ferenz@feher.com.mx

Twitter: @FerenzFeher

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