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El Empresario

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Espacios de trabajo, clave en productividad, Home office

Experiencias internacionales señalan que las mejoras y adaptaciones al lugar de trabajo elevan 20% la productividad.

Pese a que el trabajo desde casa –o home office, como también se le conoce– ha cobrado fuerza en algunas industrias como una forma de estimular y premiar el talento y la productividad, expertos recomiendan repensar esta opción y considerar antes una reforma a los espacios de trabajo que haga de las oficinas lugares amigables que generen experiencias laborales significativas y estimulantes de la creatividad y el bienestar de los colaboradores.

“Típicamente las empresas en los 60, 70, 80, funcionaban con un escritorio y una silla. Hoy en día los espacios de trabajo demandan otra dinámica donde la piedra angular es cómo favorecer la eficiencia, considerando que esta proviene de la forma de colaboración de los miembros de la organización”, comenta Rodrigo Llop, director de Haworth Latinoamérica, firma especializada en la provisión de soluciones para la configuración de espacios de trabajo.

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Y es que luego de que grandes empresas como Yahoo dieran marcha atrás el año pasado a sus programas de home office al reconocer la importancia de la interacción entre sus colaboradores para la generación de nuevas ideas, expertos en ergonomía y productividad en los centros de trabajo han puesto de relieve la importancia que tiene la configuración de espacios colaborativos ideales.

Aunque existe poca evidencia empírica para el caso de México, estudios realizados en otros países, como el realizado por Ofiprix –otra consultora de espacios de trabajo– para el caso de España y Portugal revelan que las mejoras y adaptaciones a las necesidades particulares del espacio de trabajo mejoran la productividad de los empleados hasta en un 20 por ciento.

La tesis de los expertos sobre este tema descansa sobre tres premisas: uno, la dotación de mobiliario de trabajo acorde con las especificidades de la tarea a realizar; dos, la provisión de espacios adecuados para cada momento de colaboración dentro de la oficina y tres, la utilización de los materiales, decoración e iluminación correctos de acuerdo con las actividades propias del área, departamento o giro de la empresa.

En cuanto al primer caso, Rodrigo Llop recomienda tener en cuenta que el tipo de trabajo que realiza un abogado, un consultor o un jefe de contabilidad, requiere un tipo de concentración distinto que el que lleva a cabo un agente de marketing o ventas. Para los primeros se procura una ergonomía absoluta para una concentración ininterrumpida, mientras que para los segundos se prevé un tipo diferente de comodidad, que les permita mantenerse alerta y activos.

“Hoy en día existen sillas ergonómicas que pueden permitir a persona trabajar hasta ocho horas perfectamente bien, atento, levantándose más que para lo esencial; por otra parte se pueden incorporar sillas que tenga características para trabajar tres o cuatro horas seguidas para un área de ventas donde lo que menos se quiere es que el trabajador esté plenamente cómodo en su lugar de trabajo”, apunta.

En cuanto al segundo punto, enfatiza que en la oficina es necesario contar con diferentes tipos de espacios: las salas de juntas tradicionales –que no van a cambiar nunca– con mesas para 6, 8 o 10 personas, espacios semi cerrados en donde los empleados puedan tener reuniones semi privadas que no son confidenciales pero requieren de colaboración y muchas veces son rápidas, y espacios abiertos de colaboración, que típicamente se componen de sillones y una decoración casual.

“Lo que vemos hoy en día es que llega la gente y lo primero que hace en la mañana es dejar su saco en la silla y pararse y decirle a un compañero que necesitan tomar un café en el Starbucks o cualquier cafetería de la esquina para tratar temas de trabajo, con la consabida pérdida de tiempo laboral asociada. Lo que se puede hacer ahí es llevar ese tipo de espacios a las oficinas”, refiere.

En cuanto al tercer punto, Llop comenta que es importante el uso de materiales que absorban el ruido para lograr la privacidad o semi privacidad necesaria, además de mobiliario con mucho diseño, colores alegres, vivos, que logren incorporar energía a los empleados, especialmente para los espacios abiertos de colaboración.

“Hoy en día las empresas que no tienen plataformas o estrategias de colaboración de sus empleados podría atrverme a decir que tienen una tendencia de extinguirse. El compartir información entre los empleados es lo que genera nuevas ideas y es lo que genera una positiva evolución”, remató.

octavio.amador@eleconomista.mx

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