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La tecnología en las empresas familiares
Invertir en soluciones específicas, vital para hacer crecer un negocio
Invertir en soluciones específicas, vital para hacer crecer un negocio
Hemos hablado con anterioridad de las empresas familiares y la forma tan particular en que desarrollan sus negocios. Son, sin duda, uno de los mayores retos en cuanto a esquemas de negocio se refiere, la forma en que este tipo de emprendedores suele adquirir sus herramientas tecnológicas tampoco escapa a las particularidades que lo caracterizan.
La forma en que contratan este tipo de servicios generalmente, es porque el dueño asigna a alguien de confianza, sea familiar o no, para comprar tecnología ya que la consideran como un aspecto de poca importancia para acelerar sus procesos. Así y desde ese momento, ellos pierden conocimiento y control de la decisión para la adquisición.
Seguir con este modelo tiene como consecuencia el poco o nulo conocimiento sobre el funcionamiento de la tecnología, lo que a su vez implica que no se podrá transmitir a los que deben usarla. Cuando el empresario es partícipe de la decisión para adquirir los productos está completamente enterado e informado de lo que va a comprar, cómo lo va a hacer, qué quiere y qué no quiere hacer con ella ya que conoce el funcionamiento y la operación del proyecto.
¿Qué hacer para revertir estas prácticas y sus consecuencias?
Ofrecer la mayor información posible para solucionar los problemas de fondo; es decir, identificar el problema que se tiene y saber por qué se busca adquirir una solución. El reto puede estar en cualquiera de las diferentes áreas de la empresa; por ejemplo, para la adquisición de un sistema ERP, puede que hay que mejorar en las ventas, compras, facturación o contabilidad.
Otro punto a considerar para la adquisición son las expectativas y beneficios que se quieren obtener de la solución, es decir, objetivos que nos gustaría tener atendiendo a los problemas detectados.
Las soluciones o herramientas tecnológicas pueden acelerar los procesos siempre y cuando éstos estén bien hechos: “la solución no es mágica”, se necesita de procesos bien elaborados para obtener los resultados esperados, en otras palabras, procesos mal encaminados dan malos resultados.
Las personas que deben estar involucradas en la decisión, en primera instancia, el dueño, posteriormente el director general y finalmente la persona responsable de llevar la estrategia de la empresa.
Hay que recordar siempre que no estamos comprando tecnología sino soluciones que, como su nombre lo dice, ayuden a la empresa familiar a corregir y generar.
El autor es Director de Atención y Relación