Los líderes no requieren ser superman, la vulnerabilidad permite crear mejores relaciones

En México el desempeño es una de las principales preocupaciones de las organizaciones, pues aún existe el desafío de mejorar la productividad y hacer más eficientes los procesos. Para lograrlo, el liderazgo es clave; sin embargo, se sigue pensando que el líder tiene que ser como superarman, “a prueba de balas”.

Romper con este estereotipo permite que las organizaciones tengan un mejor desempeño y como consecuencia impulsar el crecimiento, pero ¿cómo hacerlo? Una opción gestionando el autoconocimiento, así como las habilidades y aptitudes de los líderes, lo cual se puede lograr con coaching empresarial.

Se piensa que el líder debe saberlo todo, ser como superman a prueba de balas, y eso lo que hace es aislarlo y cubrir sus deficiencias y debilidades”, comentó en entrevista Antonio Simancas, presidente de International Coaching Federation.

Adoptar un enfoque de vulnerabilidad permite crear equipos de alto desempeño, pues la comunicación fluye mejor y es posible delegar las tareas en las que el líder tiene ciertas debilidades. “Es más fácil conectar (aceptando las debilidades) que ser el súper jefe”.

“El coaching se enfoca en desarrollar el equipo de trabajo, mirar de otra manera, y si empiezas a desarrollar a tus colaboradores puedes delegar responsabilidad y preparlos para el futuro, desahogando en ellos actividades que le permitan al líder enfocarse en los importante, que sería la productividad”.

El coaching y su importancia

El coaching también ayuda a mejorar el desempeño, la comunicación, el equilibrio entre vida personal y laboral, y la inclusión y diversidad, debido a que al ser conscientes de ciertas actitudes es posible mejorar y transformar la organización, pues el liderazgo ha cambiado y lejos quedó el jefe que tenía la última palabra. 

Ante los nuevos tiempos y necesidades; del mercado y las leyes se debe responder de la mejor manera y se deben hacer cambios importantes en las formas de pensar y hablar. No se puede ser como los viejos líderes”.

El desafío para las empresas es eliminar los ambientes tóxicos, no se trata de correr a ejecutivo, sino de desarrollar nuevas competencias, cambiar el enfoque, trabajar a profundidad el sistema de creencias, los valores y alinearlos con la organización.

Desarrolla a los líderes

Una forma de impulsar el desarrollo de los líderes es tener claro hacia dónde irá la empresa y con qué líderes lo logrará, después comprender cómo se encuentran los ejecutivos actuales; conocer sus competencias y debilidad y trabajar en impulsar sus aptitudes de forma individual, porque cada uno requieren competencias distintas, de acuerdo con su rol.

Incluso es posible brindar coaching a los equipos, para potencializar las habilidades y la innovación.

Simancas destacó que el coaching no es como la terapia, a la que se debe acudir constantemente, sino un acompañamiento temporal, de tres meses a un año, dependiendo de lo que se tratará.

“Es un proceso que tiene un final, no se busca que sea permanente, sino que el líder tenga este crecimiento personal, desarrolle competencias y cambie la manera de autogestionarse, aprender, adaptarse, influir y liderar”.