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El Empresario

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Para ser una emprendedora, hay que ser lideresa: Rigoberta Menchú

Ellas rompen estigmas, son determinadas, recordadas en la historia y no sólo impactan en los negocios, sino en la vida diaria

Ellas rompen estigmas, son determinadas, recordadas en la historia y no sólo impactan en los negocios, sino en la vida diaria

Muchos emprendimientos exitosos han surgido de ideas de mujeres; sin embargo, a veces lo comentan con sus parejas o hijos motivándolos a llevar el proyecto en lugar de hacerlo ellas. Hace falta más confianza y determinación, y ser lideresas, afirmó Rigoberta Menchú, ganadora de Premio Nobel de la Paz en 1992.

“Nunca dejen de poner en práctica una buena idea que tengan, ¡simplemente háganlo! Ya verán si es pertinente, hay que modificar o reconstruir. Depende mucho de la actitud de la mujer tener un emprendimiento exitoso”, explicó durante el encuentro Lidera como una mujer: Reinventa para permanecer, parte de la iniciativa #EllaHaceHistoria, creada por Facebook.

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, revelan que sólo 36% de los emprendimientos formales son liderados por mujeres, cifra que ha crecido pero aún es insuficiente, por lo que es necesario impulsar el emprendimiento femenino.

Para ello, Rigoberta indicó que se debe ser lideresa, es decir, una mujer persistente en los temas que aborda, segura de sí misma, que no se deje desanimar y que sea recordada en la historia. “Son esas mujeres que rompen paradigmas”.

A diario, agregó, encontramos millones de lideresas comenzando por las madres de familia. Además, abundan en las leyendas populares, los núcleos culturales y políticos, y empresas. Por esas lideresas que crean, se atreven y ofrecen soluciones, es que el mundo puede seguir funcionando.

“Somos lideresas de la enseñanza, enseñamos fortaleza, actitud, sensibilidad humana, sentimos el dolor de otros”.

Eliminar miedos

Para la doctora Menchú, el miedo es el principal enemigo de las emprendedoras. Hay que tener coraje de hacerlo, celebrarlo y especialmente, no soltar la dirección de sus proyectos a nadie. Es mejor ponerlos en espera que dejarlos ir.

“Los miedos nos rodean, pero no hay que dejarse dominar porque eso pasará. Siempre hay dinámicas para operar y aunque el momento sea difícil, no hay mal que dure para siempre”.

El miedo provoca no emprender adecuadamente y no saber acercarse a otros, por temor a ser rechazadas. Muchas empiezan sus negocios sin capacitación, en promedio ocho de cada 10 mujeres, revela la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México, lo que aumenta el riesgo de fracasar.

Menchú resaltó que tampoco hay que dejarse desanimar por los retos o comentarios de los demás como: “necesitas mucho dinero para eso”, “te hace falta capacidad” o enlistan lo complicado que es poner un negocio.

“Las mujeres estamos cada vez más involucradas, hoy no deben sentirse como marginadas porque estamos empoderadas y mantenemos nuestros valores, algo que apoyo mucho, como la discreción, humildad y actitud colectiva”.

Coeditora El Empresario. Periodista especializada en temas de emprendimiento, management, cultura laboral, capitalismo consciente, liderazgo, economía circular y sustentabilidad.

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