¿Qué es missing middle y cómo impulsar el financiamiento femenino?

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) son la base de la economía de cada país, pues de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, representan más del 90% de unidades económicas y crean más del 70% de los empleos. Asimismo, un 37%, aproximadamente, son lideradas por mujeres, quienes en su mayoría, son las que enfrentan una mayor brecha de financiamiento.

A pesar de que han surgido opciones de financiamiento para las micro y pequeñas empresas, no es suficiente porque mientras las más pequeñas pueden obtener micro créditos y las grandes fondos de inversión, las pymes sufren déficit en su oferta, algo conocido como missing middle o segmento medio faltante, que afecta mayormente a las mujeres.

De acuerdo con el reporte Emprendedoras en situación de Missing Middle y sus opciones de financiamiento, elaborado por Pro Mujer, el Tecnológico de Monterrey y FAIR Center for Financial Access, Inclusion and Reasearch, el missing middle se ubica entre 10,000 y 500,000 dólares, lo que le afecta a 23% de las microempresas formales en América Latina y el Caribe, así como a 73% de las pymes lideradas por el talento femenino.

“En México, comparado con otros países, fue uno de los que menos apoyos para las emprendedoras durante la pandemia y desde antes”, expuso en entrevista con El Empresario, Natalia Wills Gil, gerente global de representación y género de Pro Mujer.

En este sentido, Enrique Díaz Infante, director especialista del sector financiero y seguridad social en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, manifestó que el problema de las empresas lideradas por mujeres es la falta de calidad en los sistemas de financiamiento, pues no se adaptan a las necesidades impidiéndoles así, tener un crecimiento favorable.

“No es que no haya acceso de financiamiento a las mujeres, solo que no es de calidad. Debe haber igualdad de oportunidades”, dijo durante la presentación del estudio.

Otro de los desafíos a vencer es la falta de talento femenino en los fondos de inversión, ya que la mayoría de quienes toman la decisión de invertir o no en una empresa son hombres. Si más mujeres estarían en esos puestos, el impulso a los emprendimientos femeninos sería favorable.

Esta observación, de acuerdo con el informe, ha derivado en hipótesis como la Lehman Sisters de la Corporación Financiera Internacional, la cual indica que al estar conformadas las instituciones financieras por hombres, como ocurre con Lehman Brothers, que ha sufrido grandes crisis financieras, si tuviera mujeres, esos problemas no se hubieran presentado y se tendría otro tipo de gestión.

Ecosistemas de emprendimiento

Una solución a esto, de acuerdo con Wills, requiere de la participación de gobierno para crear ecosistemas favorables de emprendimiento igualitario.

“Tiene el rol de trabajar en fondos de garantía, la posibilidad de acercar capital catalítico, tener amortiguadores de riesgo cuando trabajas empresas no solo lideradas por mujeres, sino que están en etapas tempranas que necesitan mayor apoyo, crear esquemas flexibles que quizá no los hay pero que sí estarían dispuestas a hacerlo otros actores si tuvieran fondos de garantía. Es importante sumar varios actores al momento de innovar porque no vamos a resolver los problemas actuales con lo que ya se ha hecho y para eso necesitamos colaboraciones multidisciplinarias”, dijo.

Por ello, este sector representa una tierra muy fértil para los actores para que puedan incrementar sus retornos de inversión. Si se invierte en ello, se podría tener una ganancia de 93,000 millones de dólares.

Esto, también permitiría reducir el índice de informalidad que predomina en las mujeres emprendedoras.

Cómo revertirlo

Para los especialistas, reducir el missing middle requiere de cinco acciones, las cuales son:

1. Desarrollar servicios financieros flexibles y ajustados a las necesidades de capital de las emprendedoras.
2. Formar redes de apoyo para mujeres para el fortalecimiento de sus proyectos, así como el empoderamiento de ellas mismas.
3. Crear espacios de emprendimiento para mujeres.
4. Brindar consultorías para emprendedoras con perspectiva de género.
5. Desarrollar programas de educación financiera para la adquisición de créditos.