Ciudades de México delinean su camino a la digitalización

En el 2010, el gobierno de la ciudad de México presentó la aplicación Consejo Ciudadano Móvil para que los capitalinos pudieran hacer denuncias anónimas y reportar a través de dispositivos móviles, en ese caso, Windows Phone de Microsoft. Un año después, en el 2011, se realizó un hackatón en la ciudad que convocó a desarrolladores y del que emergieron aplicaciones móviles de transporte y para el reporte de baches en las vialidades de la ciudad.

Eran señales de que la capital del país volteaba a ver a las tecnologías móviles como parte de una redefinición de su relación con una ciudadanía y que comenzaron a fincar el desarrollo de ciudades digitales.

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"Esto tiene que ver con una explosión que está ocurriendo a través de las redes sociales y las comunicaciones; y las mejoras de banda ancha están ocurriendo en las plataformas empresariales, de servicios públicos, de proveedoras de servicios y un elemento importante es que esta movilidad está contagiando ya a una capacidad de casi 87% de los mexicanos que tienen acceso a la telefonía movilidad. Esto abre la posibilidad de comunicación y de negocio en todos los frentes para los ciudadanos", explicó Rogelio Velasco, director general de la firma desarrolladora de redes Cisco Systems en México, y Consejero en la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de la Información (AMITI).

La ciudad de México es sólo una de las urbes en México que ya han comenzado su transición de análogas a digitales en el país, empezando por el desarrollo de aplicaciones móviles de gobierno. De acuerdo con un análisis de The Social Intelligence Unit (SIU), hasta junio del 2015 existían 50 aplicaciones federales, 81 aplicaciones estatales y 28 aplicaciones municipales.

En su análisis "Aspectos de Oferta y Demanda de Aplicaciones Móviles Públicas", el 81% de las entidades federativas cuentan con este tipo de desarrollos para ofrecer servicios a los ciudadanos como información, seguridad pública, transporte o incluso para el pago de impuestos. El Distrito Federal, Chiapas, Jalisco, Durango y Aguascalientes son las que tienen un mayor número de este tipo de desarrollo.

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Pero en la construcción de estas ciudades digitales, el gobierno sólo es uno de los participantes. La industria y los mismos ciudadanos son otros actores que figuran en la configuración de las urbes tecnológicas.

"Es un tema que tanto las instituciones públicas como la iniciativa privada tienen que proveer servicios de forma más eficiente y más rápido. El gobierno puede dar más servicios para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos; y la iniciativa privada tiene que hacer mucho más en términos de disponibilidad y alternativas para comercializar productos y servicios, con la oportunidad de crecer el comercio electrónico y otros temas que debe atender", comentó Luiz Ferezin, director general de la firma de consultoría en Tecnologías de la Información Accenture, y presidente de la AMITI.

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El director de Tecnologías de la Información de IBM para América Latina, Jamshid Vayghan, agrega además que la adopción de tecnologías por parte de industrias, gobiernos y las mismas instituciones académicas serán fundamentales para la innovación.

Tomemos como ejemplo las personas trabajando a las personas trabajando en el gobierno, que con la tecnología introduzcan ideas para que la relación con los ciudadanos sea más eficiente y pueda ayudar a resolver los problemas; o un siguiente nivel donde estén involucrados el sector financiero o el salud , dijo en una entrevista.

El camino apenas comienza

Desde Parkimóvil, una solución de parquímetros digitales que permiten localizar lugares de estacionamiento y realizar pagos a través de un teléfono celular; el uso de la aplicación de navegación georreferenciada Waze tanto por automovilistas como el gobierno de la delegación Miguel Hidalgo; hasta la llegada de modelos disruptivos en transporte como Uber y Cabify, o de hospedaje como Airbnb, son muestras de que la digitalización de las ciudades –con su infraestructura, servicios, habitantes, negocios, canales de comunicación– comienza a generar tracción en el país.

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"Esas plataformas buscan oportunidades en el mercado. Las oportunidades existen porque algunos están llegando como un nuevo competidor con servicio, calidad y precios. Y vamos a ver cada vez más con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos", explicó Ferezin.

Plataformas como Uber, Cabify o Airbnb han puesto a prueba las políticas públicas y regulaciones de las urbes, incluyendo la ciudad de México, pues las normatividades tradicionales han quedado desfasadas ante la llegada de servicios basados en plataformas digitales y móviles que se presentan como una respuesta a la necesidad de mejorar la calidad de vida con soluciones de movilidad o seguridad.

El presidente de la AMITI equipara esta situación como la que años atrás vivió la industria musical con Napster, una plataforma digital para compartir música gratuitamente, y que obligó a la industria tanto tecnología como creativa a mirar a nuevos modelos de negocio como el streaming, bajo un marco legal.

Vamos a ver soluciones con objetivo de mejorar calidad de vida de los ciudadanos, satisfacer necesidades o competir en segmentos, productos y servicios donde algún actor tradicional no es competitivo en calidad o servicio, y donde la tecnología puede apoyar mucho , comentó.

Lo cierto es que todos los actores en las ciudades deben mirar hacia la digitalización, centrándose en el usuario urbano que ve en las tecnologías un elemento esencial para interactuar entre ellos, con sus gobiernos y con las industrias.

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El Estudio Global de Consumo 2015 de Accenture, arroja algunos datos sobre esta realidad. El 92% de los consumidores mexicanos usa, al menos, un canal en línea para obtener información sobre productos y servicios. También el 92% de los mexicanos acceden a canales de soporte y atención al cliente a través de dispositivos móviles y más del 70% interactúa directamente con las empresas a través de las redes sociales.

Y el camino ya arrancó. Rogelio Velasco calcula que en dos a tres años se podrán ver con mayor claridad varias ciudades digitales en México.

Además del Distrito Federal, el directivo observa que Guadalajara, Monterrey, Puebla, Mérida o Colima han acelerado el paso con miras a dotarlas de inteligencia mediante las tecnologías digitales.

Algunos están incorporando salud, seguridad o educación. Y a medida que estos proyectos se vayan interconectando, iremos dándole más inteligencia a los ciudades , comentó.

¿Y la seguridad cibernética?

Rogelio Velasco, de Cisco, describe su modelo de ciudad digital:

Tiene los servicios básicos automatizados, incluyendo la energía, donde la movilidad es más eficiente y productiva, amigable con el medio ambiente y la seguridad prevalece como un elemento fundamental y un desarrollo de talento para una mejor economía en las ciudades .

Pero el automatizar servicios públicos y digitalizar la convivencia de la ciudadanía lleva consigo retos para proteger la infraestructura de las ciudades desde nivel cibernético y evitar su colapso ante potenciales ataques.

Siempre se ha dependido de sistemas para manejar cosas industriales, recursos esenciales para la supervivencia del país pero no se entendía de que el malware y el cibercrimen afectan esto y se ha ido expandiendo.

Juan Andrés Guerrero, analista senior de Seguridad del Equipo Global de Investigación de Kaspersky Lab, hace un llamado a que los proyectos relacionados con la conectividad y automatización de procesos cuenten con la seguridad necesaria para garantizar el éxito.

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Es muy importante que entiendan que además de la infraestructura, se necesita mejorar las herramientas que tienen y la concientización de la gente que trabajan. Al no tener una conciencia de ciberseguridad, esto se puede volver una pesadilla para el gobierno y la compañía que lo está implementando , comentó en entrevista.

El experto recuerda que desde el 2010, cuando se descubrió el virus informático Stuxnet, que tenía el potencial de sabotear los sistemas industriales de automatización, se han incrementado las amenazas que atacan la infraestructura tecnológica crítica.

Agrega además que con el despliegue de proyectos de conectividad pública y acceso gratuito a Internet, al no ser implementados con una estrategia adecuada en ciberseguridad, se puede poner en riesgo y vulnerar a todas las personas que se conecten.

Se está empezando a concientizar a la gente que maneja estos sistemas a darse cuenta la importancia de que no hay necesidad de conectar una planta hidroeléctrica en sus sistemas más vitales a Internet, cosas de configuraciones básicas pero importantes que van a evitar que lleguemos a un escenario catastrófico , agregó.

julio.sanchez@eleconomista.mx

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