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Deer Park tuvo patrimonio negativo récord en el 2020
Los activos de la que será la nueva refinería de Pemex venían a la baja desde el 2019, mientras que los pasivos giraron al alza desde ese mismo año y llegaron a un máximo de una década en el 2020, año en el que la crisis por el Covid-19 dio al traste en el rendimiento de la planta.
La refinería de Deer Park cerró el 2020 con un patrimonio negativo por 5,128 millones de pesos, -versus los 6,655 millones de pesos positivos del 2019-, luego de que las obligaciones financieras contraídas por los socios Shell y Petróleos Mexicanos (Pemex) para la operación de esta planta aumentaron 31% llegando a 24,400 millones de pesos, en un entorno de bajos ingresos y deterioro del mercado por la pandemia de Covid-19.
Según los reportes que realiza Pemex como empresa que adquiere deuda en mercados internacionales a la Security Exchange Comission (SEC) de Estados Unidos, del 2012 al 2020 en que se tienen registros bajo el mismo formato, la refinería ubicada en Houston cerró sólo en dos ejercicios con un patrimonio negativo: el año pasado, con un precio promedio de la mezcla mexicana de petróleo de 36 dólares, similar al del 2016 –año en que el patrimonio reportado incluso aumentó anualmente en 4,578 millones de pesos para llegar a 13,734 millones de pesos– y el otro año con un patrimonio negativo fue el 2013, ejercicio en que el petróleo estuvo cerca del máximo histórico, en 98 dólares por barril de la mezcla de exportación.
Los activos de la empresa, que incluyen infraestructura e inventario bajaron en 4,597 millones de pesos en ocho años y en 2020 se ubicaron en 19,272 millones de pesos, cayendo en 24% equivalente a 6,035 millones de pesos en comparación con el 2019.
De ahí que el analista del sector energético, Arturo Carranza, explicó a El Economista que el 2020 fue un año complicado para la industria petrolera en todo el planeta. Si bien la caída de la demanda energética y de los precios del petróleo tuvo un impacto en todas las actividades de la cadena de valor, para el negocio de refinación los efectos fueron particularmente severos ya que con la suspensión de las actividades económicas y las reducciones en la movilidad, la demanda de gasolinas se desplomó.
Al respecto, no está de más recordar que ante las limitaciones para mover mercancías o ante la imposibilidad para desplazarse de los hogares a los centros de trabajo, el sector transporte dejó de consumir combustibles, dejando a las empresas que producen y comercializan estos derivados sin la posibilidad de poderlos vender en los mercados.
“Después de que los inventarios llegaron a máximos históricos, los precios tocaron mínimos y el negocio se hundió. Es en este contexto donde se deben entender, principalmente, las pérdidas de Deer Park en 2020”.
En cuanto a las implicaciones de esta adquisición, dependerán de la capacidad de Pemex para lograr eficiencias altas en la operación de la refinería. “Por lo demás, también hay que resaltar que con la adquisición de esta refinería Pemex está reafirmando un modelo de negocio sustentado en los combustibles fósiles y posponiendo, en la misma medida, su incursión en proyectos y en el uso de tecnologías que pronto serán indispensables”, aseguró el especialista.
Pero al observar las obligaciones financieras de la planta, Pemex reporta que se han incrementado en 15,838 millones de pesos en ocho años, ubicándose en 24,400 millones de pesos al cierre del año pasado, con un incremento anual de 31 por ciento.
El argumento de reinversiones que el gobierno ha utilizado para justificar la compra de casi la mitad de la planta que pertenece a Shell tiene sentido luego de que si bien en 2020 se invirtieron 9,635 millones de pesos en Deer Park, monto 24% inferior al del 2019. Esto representó nada menos que 119% de los ingresos de la planta el año pasado, en comparación con el máximo de 93% que tuvo en el 2019, luego de un promedio de reinversión de 62% en los seis años anteriores.
Menos ingresos
Y es que 2020 fue un ejercicio en que los ingresos de Deer Park cayeron 34% a 8,114 millones de pesos y se llegó a la pérdida neta en la operación de 4,056 millones de pesos, aunque Deer Park ya venía de una pérdida del año anterior de 1,438 millones de pesos, ambas correspondientes a los precios bajos del petróleo, mientras que del 2012 a la fecha había reportado ganancias, excepto en el 2013 que con el alto precio del petróleo y reinversiones por sólo 69% de sus ingresos, tuvo una pérdida de 591,472 millones de pesos.