El hotel Hyatt Regency no permite que la obesidad se hospede en sus colaboradores

A diferencia de las consultas que proporciona un médico en un consultorio convencional o en un hospital, atender a las personas en su lugar de trabajo tiene grandes ventajas, dice la especialista. “Aquí las puedes ver todos los días, las llegas a conocer bien. Puedes observar sus hábitos y su personalidad, y ver en el entorno en el que se desarrollan”.

Y no solo los empresarios o directivos se van dando cuenta de la importancia de cuidar la salud, sino los propios trabajadores. “Esta semana un chef me preguntó qué podía hacer para ayudar a uno de sus hijos, porque estaba cayendo en depresión”.

Hyatt está perdiendo peso

En 2016 el gobierno mexicano declaró una alerta epidemiológica por la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población. El 72 por ciento tenía alguno de esos dos padecimientos que provocan diabetes, entre otras enfermedades.

Si bien los líderes del hotel Hyatt Regency habían tomado medidas para apoyar a sus trabajadores en la reducción de peso, no estaban seguros de que estuvieran funcionando. Así que en septiembre de este 2018 iniciaron un programa con la ayuda de los laboratorios Medix.

Comenzaron evaluando el estado de salud de cada uno de los 750 colaboradores. El resultado fue que 314 personas tenían sobrepeso. Además, 132 personas fueron diagnosticadas con obesidad grado uno. Es decir, su índice de masa corporal (IMC) era entre 30 y 34 puntos.

Otros 43 trabajadores tenían obesidad grado dos, con un IMC de entre 35 y 39. Y 10 colaboradores, obesidad grado tres, “ese nivel pone en peligro sus vidas”, dice Rosalía Hernández.

Después de que los colaboradores supieron en qué condición de salud se encontraban, “muchos se acercaron conmigo y me comentaron lo preocupados que estaban”, dice la médico. El programa es voluntario, pero “afortunadamente todos decidieron entrarle”, agrega contenta.

El siguiente paso fue crear planes alimenticios para cada uno, según sus medidas, padecimientos y edad. Luego, crearon ocho grupos con una actividad física, como caminta, subir escalones, correr, clases de zumba o basquetball. “Tratamos de abarcar los gustos de la mayoría para que sea más fácil que continúen haciéndola”.

Hasta ahora, 65 por ciento los trabajadores han bajado de peso, algunos disminuyeron más de 12 kilos. En enero próximo iniciarán con otra etapa del plan: involucrar a las familias. “Los familiares son parte fundamental de estos cambios, muchos de ellos también padecen sobrepeso y obesidad, y son parte de ese ambiente en el que no siempre están consientes de lo peligroso que puede ser para su salud”.