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Grupo México presidirá la Asociación Mexicana de Ferrocarriles
Alfredo Casar Pérez, miembro del consejo de Administración de GMXT, asumió la presidencia el 1 de septiembre.
El presidente ejecutivo de Grupo México Transportes (GMXT), Alfredo Casar Pérez, asumió desde el primero de septiembre la presidencia de la Asociación Mexicana de Ferrocarriles (AMF) y entre sus tareas estará fortalecer los puentes de comunicación con autoridades de los tres niveles de gobierno y el legislativo para atender los principales retos del sector, bloqueos, inseguridad y certeza jurídica.
Además, deberá fijar la postura del sector ante el reciente estudio elaborado por la Comisión Federal de Competencia (Cofece) que concluyó, entre otras cosas, que la competencia en el servicio público de transporte ferroviario de carga es escasa y que la red funciona de manera fragmentada.
“La AMF llevó a cabo su asamblea anual para realizar el cambio de presidencia. Como resultado de este ejercicio en el que participan consejeros de Ferromex, Ferrosur, Ferrovalle y Kansas City Southern de México (KCSM), resultó electo Alfredo Casar Pérez”, se informó en un comunicado.
El nuevo representante del sector ferroviario, licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), es miembro del Consejo de Administración de Grupo México desde 1997 y tendrá el cargo durante un año, con posibilidad de ser reelecto uno más.
En la reunión ferroviaria, su antecesor, Óscar del Cueto, presidente de KCSM, agradeció el apoyo a su gestión (en tiempos complicados raíz de la pandemia del Covid-19) y realizó un recuento del trabajo realizado junto con el director de la AMF, Iker de Luisa. Otros temas de la agenda en la asociación son: buscar mecanismos de política pública que promuevan mayor participación del ferrocarril en el mercado de carga terrestre e incidir en la agenda pública para generar conciencia sobre la necesidad de promover acciones en favor de la seguridad vial ferroviaria.
En el siguiente año, la AMF deberá también cerrar filas en torno a la discusión en la Cámara de Diputados sobre reformas a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario que ya fueron aprobada en el Senado de la República y no fueron bien vistas por el sector porque, entre otras cosas, “violentan diversos principios consagrados en la Constitución”.