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Invertir en vieja infraestructura energética es como invertir en caballos para el transporte: Tony Seba

Según el profesor de la universidad de Standford, hacia el 2030 será el fin de la era del petróleo, el carbón y el gas como fuentes tradicionales de energía, mientras que la solar y eólica serán las fuentes alternativas.

México debe abrir el mercado energético a la inversión en nuevas tecnologías, con reglas claras y transparentes, no hacerlo, mantendrá al país en rezago con modelos obsoletos, de acuerdo con Tony Seba, experto en energías alternativas.

Afirmó que cualquier país que siga invirtiendo en la vieja infraestructura energética “es como un país invirtiendo en caballos para transportación, es una vuelta a un modelo que es obsoleto y lo que requiere México es abrirse a la inversión en nuevas tecnologías”.

Según el también profesor de la universidad de Standford, hacia el 2030 será el fin de la era del petróleo, el carbón y el gas como fuentes tradicionales de energía y la solar y eólica serán las fuentes alternativas.

“Cuesta menos que invertir en tecnología que en una infraestructura basada en petróleo, o gas natural. La falacia es, no tenemos dinero para invertir en esta nueva infraestructura cuando la realidad es que ésta es más barata que la existente”, dijo.

En el marco de su presentación, Interrupción limpia, ¿Por qué la energía convencional y el transporte serán obsoletos en 2030?, Seba comentó que llegar a la disrupción que se plantea hacia el 2030 dependerá si el gobierno abre el mercado a nuevas tecnologías, pero “si el gobierno no lo permite, y, por el contrario, tiene regulaciones del siglo XX, lo que va a hacer es que el país va a llegar tarde, otra vez. En este momento en los mercados las tecnologías aún son incipientes, realmente cualquiera puede ganar y si un país invierte en nuevas tecnologías, va a tener mayor competitividad”.

Destacó que, en el pasado muchos países se cerraron a la inversión en nuevas tecnologías, para “supuestamente” promocionar su propia empresa y lo que trajo fue más subdesarrollo, más pobreza y menos competitividad.

Dio como referencia lo que pasó hace 20 o 30 años con las compañías de telecomunicaciones. “Llegaron las nuevas tecnologías e hicieron la infraestructura existente en ese momento obsoleta, y lo mismo pasa con la energía, estamos en un momento donde el viejo modelo ya no funciona y lo que se necesita es abrir el mercado con reglas claras y transparentes”.

“La disrupción va a terminar en 2030 pero está comenzando ahora, el punto es que alrededor del 2020 o 2021 habrá dinamismo y, para participar en el crecimiento económico hay que empezar ahora, invertir ahora porque va a tomar un par de años levantar las fábricas, traer las inversiones, si no el país se quedará atrás”, advirtió.

Cjescalona.eleconomista.com.mx

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