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La inversión fija fue el motor del PIB en el 2023

La inversión aportó nada menos que 4.2 puntos de crecimiento, superando al consumo privado, que sumó 3 puntos porcentuales y al consumo de gobierno, que dio 0.2 puntos; la exportación neta de bienes y servicios restó 3 unidades.

La formación bruta de capital fijo —como se conoce en el lenguaje de las cuentas nacionales a la inversión fija— fue en el 2023 el componente más dinámico del Producto Interno Bruto (PIB) por el lado del gasto, superando al consumo de las familias y al consumo de gobierno.

El año pasado, el PIB creció 3.2% y el mayor aporte a esta dinámica vino de la inversión fija, de acuerdo con los indicadores trimestrales de la Oferta y la Demanda y del Ahorro Bruto, dados a conocer este martes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

La inversión aportó nada menos que 4.2 puntos de crecimiento, superando al consumo privado, que sumó 3 puntos porcentuales y al consumo de gobierno, que dio 0.2 puntos. En tanto, la exportación neta de bienes y servicios (exportación menos importación) restó 3 unidades.

El faltante corresponde a la variación de existencias y a la discrepancia estadística, de acuerdo con el Inegi.

De ser un lastre para el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2019, el primer año de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el 2023 se ha convertido en el componente más dinámico del PIB, del lado del gasto.

El que la inversión fija sea el componente más dinámico del PIB es algo que ocurre muy excepcionalmente. De 1993 a la fecha, eso solo ha sucedido en cuatro ocasiones: 1994, 1996, 2008 y este 2023.

El año pasado, en términos absolutos, el consumo privado creció 4.3%, mientras que el consumo de gobierno lo hizo 2.1% y la formación bruta de capital fijo subió 19.5 por ciento. En tanto, las exportaciones netas (de bienes y servicios), cayeron 6.9 por ciento.

La inversión tuvo un inicio de sexenio sombrío, afectada principalmente por el desánimo que detonó la decisión del gobierno entrante de cancelar la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Pero contracorriente, México también se ha convertido en un destino atractivo para invertir debido a su participación en el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).

Finalmente, entre el 2022 y el 2023 el gobierno federal también ha dinamizado el gasto de inversión gracias a sus proyectos de infraestructura insignia, como la refinería Olmeca, el Tren Maya o el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

octavio.amador@eleconomista.mx

Editor de Empresas y Negocios en El Economista

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