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Licitación de espectro para 4G que ganaron Telcel y AT&T también atrajo otros dos interesados que no pudieron proseguir
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dijo en un documento que al proceso de licitación de espectro identificado como IFT-10 llegaron otros actores que presentaron una manifestación de interés, cumpliendo así con etapa oficial que los acreditaba como interesados para seguir adelante en el concurso.
La licitación de 41 lotes de espectro disponibles en distintas bandas radioeléctricas para crecer y mejorar la calidad de servicios 4G-LTE en el país y que ahora está próxima a la etapa de entrega de títulos de concesión a las empresas AT&T y Telcel como únicos dos participantes ganadores, también atrajo a otras dos compañías interesadas en comprar frecuencias, pero que no pudieron reunir a tiempo la documentación necesaria para continuar en el proceso ni presentarse con oportunidad en los tiempos establecidos.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dijo en un documento que al proceso de licitación de espectro identificado como IFT-10 llegaron otros actores que presentaron una manifestación de interés, cumpliendo así con etapa oficial que los acreditaba como interesados para seguir adelante en el concurso.
En esa ocasión sí se recibieron otros dos interesados, pero que no entregaron información; quienes no entregaron información de acuerdo a las propias bases del proceso pierden automáticamente su calidad de interesados, por lo cual ya no hay posibilidad de que ningún otro interesado pudiera participar en esta licitación”, se lee en un documento del IFT.
Debido a que esos participantes no pudieron reunir la documentación, la autoridad no pudo emitirles una constancia de participación para que más adelante, en septiembre, presentaran ofertas económicas por algún lote de espectro. Por confidencialidad, el regulador no desveló el nombre de esos dos interesados que no pudieron continuar en el concurso.
Fue entonces que el IFT entregó en septiembre solamente dos constancias de participación y no cuatro: una a la empresa Radiomóvil Dipsa (Telcel) y otra a AT&T Comunicaciones Digitales (AT&T), y definió desde ese momento las cuotas de espectro que cada una de esas dos compañías telefónicas podría comprar, esto con base su propio volumen de frecuencias que ya habían comprado en procesos de licitación anteriores.
De esta manera quedan refutadas las versiones vertidas en la industria de telecomunicaciones respecto a que la licitación de espectro “cascajo” por su diversidad de lotes, tamaños y coberturas, no captó la atención de actores más allá de Telcel y AT&T.
El IFT reconoció que la medianía del éxito conseguido por la IFT-10 obedeció a que la Secretaría de Hacienda y el Congreso de la Unión son los actores que complican la colocación de bandas en el mercado móvil, por la elevada carga impositiva que se impone a las empresas ganadoras por explotar frecuencias de espectro en servicios como telefonía e internet, más no por el proceso de licitación en sí, porque existen operadores regionales que han manifestado interés por comprar bandas para crear o completar coberturas 4G-LTE en lugares muy particulares del país.
En la IFT-10 de espectro móvil, las empresas Telcel y AT&T ofertaron un total de 1,350 millones 852,000 pesos para explotar tres bloques de espectro que les permitirán mejorar la calidad y cobertura de sus redes celulares 4G-LTE en los mercados de la Ciudad de México y regiones particulares del resto de la República Mexicana.
La empresa AT&T se interesó por un bloque en la banda de 800 MHz, con cobertura en los estados de Baja California y Baja California Sur; en Sonora y Sinaloa, y en Chihuahua, Durango, Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Por este bloque, la compañía ofertó 374 millones de pesos. El otro bloque que AT&T adquirió, también se ubica en los 800 MHz y ofrece cobertura en las ciudades de México, Puebla, León, Guadalajara, Cancún, Veracruz y Mérida. Debido al mercado que representa ese bloque en especial, aquí AT&T pujó con 706 millones 852,000 pesos para hacerse con ese espectro.
Telcel sólo se interesó por un bloque de la banda de los 2.5 GHz, con cobertura en diversos municipios y otras áreas locales de esa banda y que en el pasado fue un espectro concesionado a empresas que no pudieron explotarlas en servicios de telefonía e internet móviles, y por lo que el IFT inició un proceso de recuperación de señales para su puesta en una nueva licitación, como ahora fue el caso.
Telcel pagó por esas frecuencias, conocidas como el bloque C1 dentro de la Licitación IFT-10, un total de 270 millones de pesos y son estas algunas de las frecuencias que le hacían falta a Telcel para poder configurar definitivamente una red celular sobre la banda de los 2.5 GHz, entre las más idóneas para servicios 4G-LTE por su poder de capacidad y cobertura en zonas densamente pobladas.
No hubo ofertas por bloques de espectro regionales y nacionales en las bandas de 1.7/2.1 GHz (AWS) y de 1900 MHz (PCS), que también estuvieron en concurso.
El 26 de octubre, el Instituto Federal de Telecomunicaciones presentó tres propuestas relacionadas con una redefinición de cobros por el uso de las bandas de 850 MHz y de 600 MHz y 3.5 GHz, para así llevar cobertura social a regiones desconectadas y para llevar a México a las redes de quinta generación (5G).