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Marathon Petroleum apuesta a distribución de combustible

Ante las dificultades administrativas para la obtención de nuevos permisos de retail, la empresa estadounidense busca crecer abasteciendo a otros gasolineros.

La refinadora más grande de Estados Unidos: Marathon Petroleum ha llegado a una meta de 280 estaciones de servicio gasolinero en México y con esto ajustará su expansión al ritmo que las oportunidades de logística le permita en cuanto a la colocación de nuevos establecimientos, y  buscará el liderazgo en la importación y venta directa a terceros de los combustibles que trae por cuenta propia al país desde sus plantas.

"Nuestro valor agregado en el mercado nacional, o nuestra estrategia ha sido siempre expandirnos conforme seamos capaces de agregar valor, qué significa agregar valor, y a que me refiero con agregar valor, conforme seamos capaces de expandir nuestra cadena logística, y eso agrega economía a los diferentes mercados y a la población y al consumidor y conforme seamos capaces de hacer esto nos vamos expandiendo. Tú no vas a ver a ARCO a lo largo y ancho de México sino tiene una razón de ser por qué vamos creciendo y bajando poco a poco porque nuestro propósito es agregar valor a los consumidores locales y conforme vamos expandiendo nuestra capacidad nos vamos expandiendo al centro del país".

“Las empresas internacionales sabemos ajustarnos al ambiente y a las políticas de los países donde operamos y entonces nos hemos ajustado a no sólo crecer a través de nuestras marcas Arco y Tesoro sino de toda nuestra cadena logística, para que nos permita ser un proveedor de combustibles importante del país”, aseguró Paulo Esteban Alcaráz, director de Asuntos Públicos y Relaciones con Gobierno para México a El Economista.

Como uno de los proveedores con más presencia en la Onexpo Convención y Expo Acapulco 2023, el representante de Marathon explicó que esta firma cuenta hoy con socios comerciales que tienen servicios de transporte, almacenamiento, distribución, de manera que refinan y se asocian para la importación por ruedas, buque y tren, arrendando capacidad donde hay disponibilidad, luego de que concluyó sin renovación el contrato para tener capacidad en los ductos de Pemex.

Marathon llegó a México en 2017 tras la apertura a terceros del mercado de petrolíferos y con una de sus marcas, Tesoro, que entonces era la que tenía mayor capacidad instalada para refinación en la Costa Oeste del país vecino del norte, inició la construcción y conversión de gasolineras existentes a su marca, primero en Baja California, después en Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Jalisco y Nuevo León.

En el año de su arranque de operaciones en México, logró un contrato para arrendamiento de capacidad de transporte y almacenamiento en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el corredor Noroeste del país mediante la llamada temporada abierta, así que durante tres años llevó a cabo la importación de gasolinas y diésel a través de las terminales marítimas del Pacífico Norte su combustible de la marca propia, Top Tier, con el plan de convertirse en empresa autosuficiente y competidora integrada en la importación y venta de gasolinas y diésel en México. En 2018, la mayor refinadora de la Costa Este, Marathon, se fusionó con Tesoro, logrando entonces convertirse en la mayor empresa de refinación de Estados Unidos con una capacidad de 3 millones de barriles diarios y planes ambiciosos para crecer en México.

Sin embargo, primero la falta acuerdos sobre cuánta capacidad liberar, no permitió realizar con éxito todas temporadas abiertas de capacidad de Pemex que se habían prometido. No hubo acuerdos por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la estatal petrolera, lo que llevó a que solamente Marathon, primero como Tesoro y después mediante la fusión con Andeavor, lograra arrendar capacidad. Y después, vencieron los contratos y la nueva administración no los renovó y tampoco llevó a cabo más asignaciones de capacidad, dejando a empresas como Marathon con compromisos por cumplir entre clientes que tuvieron que aprender a solventar.

“Hoy hay ciertas complicaciones, algunos de los permisos no han salido y el crecimiento de mercado no se ha dado como quizá esperábamos, pero nos quedamos en el país, vamos en crecimiento y nos enfocamos en vender a otros gasolineros y a clientes comerciales. También participamos en la transición a la electromovilidad y conforme cambie el entorno, cambiamos y ofrecemos valor, así ha funcionado”, aseguró el empresario.

karol.garcia@eleconomista.mx

Karol García es reportera de Empresas y Negocios.

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