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Moody's hunde nota de deuda de Pemex en terreno especulativo
La calificadora resaltó los altos vencimientos de deuda que arrastra la empresa para el periodo entre el 2022 y el 2024, junto con las expectativas de un flujo de caja libre negativo continuo y la necesidad de grandes cantidades de financiamiento externo.
Tras el recorte de la nota crediticia de México, la calificadora Moody’s rebajó finalmente la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) a B1 desde Ba3, con perspectiva estable, lo que fue impulsado por los altos vencimientos de deuda de la petrolera, cuyos bonos se desplomaron desde la venta de deuda que realizó la empresa al iniciar el mes de junio.
“La rebaja de las calificaciones de Pemex a B1 fue motivada por la rebaja de la calificación de México, dada la importancia crítica de la solidez financiera del gobierno y el apoyo en la evaluación del perfil crediticio de la petrolera debido a su alto riesgo de liquidez”, enfatizó Moody’s en un comunicado.
Pemex ya no tenía grado de inversión en la escala de Moody’s desde el año pasado, pues la nota Baa3 ya forma parte del nivel especulativo.
El punto de mayor relevancia para esta acción fueron los altos vencimientos de deuda que arrastra la empresa para el periodo entre el 2022 y el 2024, junto con las expectativas de un flujo de caja libre negativo continuo, así como la necesidad de grandes cantidades de financiamiento externo dadas las pérdidas persistentes en el negocio de refinación de la compañía.
Y es que en una década, el negocio de refinación de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha acumulado pérdidas netas por 1.188 billones de pesos, monto equivalente al 47% de la pérdida neta financiera acumulada entre el 2011 y el 2021 de todas las actividades de la estatal.
Tan sólo el año pasado, la subsidiaria Transformación Industrial tuvo una pérdida neta de 229,842 millones de pesos, que representaron el 74.5% de la pérdida neta de la empresa, en un año en que la recuperación de la movilidad y demanda de combustibles fue muy positivo a nivel global. Y de cualquier forma, se llevó a cabo la inauguración de la denominada primera etapa de la construcción de la nueva refinería Olmeca en Paraíso, Tabasco, cuyo costo será de por lo menos 8,900 millones de dólares, aunque existen estudios de impacto entregados a Pemex que aseguran que el costo se puede elevar por encima de 12,000 millones de dólares.
Al cierre del año pasado, el pasivo total de la empresa sumó 4.206 billones de pesos. De éste, el pasivo laboral fue el constituyó casi la tercera parte, es decir, 1.384 billones de pesos. A la vez, los activos se cuantificaron 2.105 billones de pesos. Sin embargo, el patrimonio de Pemex se redujo en 13% en estas condiciones, con lo que al cierre del 2021 se sitúa en 2.1 billones de pesos.
Además, la deuda de Pemex a proveedores, según su reporte a la Bolsa Mexicana de Valores en el primer trimestre del año, ascendió a 270,538 millones de pesos (unos 13,500 millones de dólares), con lo que aumentó en 2.5% o 6,482 millones de pesos en un año, representando el 29% de los pasivos a corto plazo de la empresa.
Por esta carga y la coyuntura de precios altos del petróleo, el gobierno elaboró un programa de refinanciamiento que arrancó el 1 de junio, diseñado para sus grandes proveedores, quienes tendrían cuentas por cobrar por unos 2,000 millones de dólares, que significan el 15% de sus adeudos con proveedores, según la agencia Reuters.
Y apenas el 14 de junio, Pemex logró el refinanciamiento de 1,430 millones de dólares, que representan el 10.8% de su deuda total a proveedores mediante el programa de canje de deuda por bonos en el cual participó como agente Citibank para la participación de 29 empresas, casi todas del sector de exploración y producción petrolera. Según el documento que circuló entre trabajadores de la empresa, el precio de cada bono fue de 97.60 millones de dólares, y su vencimiento será al 2029 con una tasa de interés de 8.75 por ciento.
Moody's recortó apenas el fin de semana la nota soberana de México en un escalón para dejarla en “Baa2”, al tiempo que cambió la perspectiva a Estable.
Destacaron que la fortaleza crediticia se verá afectada cada vez más por: la mayor rigidez del gasto público asociada a la decisión del gobierno de mantener apoyos a empresas estatales como Pemex, aumentar erogaciones relacionadas con pensiones y mantener inalterados gastos de capital etiquetados.