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Nearshoring se refleja en reinversión de utilidades: experto
Para el consultor Gregorio Canales, el efecto de la relocalización en las estadísticas comenzará a notarse en 2025 y 2026, dado que hay un desfase entre los anuncios de inversión.
Las empresas extranjeras en México destacaron por reinvertir sus utilidades en México en el primer trimestre de 2024, atraídas en parte por la relocalización (nearshoring), de acuerdo con datos de la Secretaría de Economía.
Aunque el efecto estadístico mayor comenzará a notarse en 2025 y 2026, dado que hay un desfase entre los anuncios de los proyectos a invertir, con la ejecución propia de las inversiones y luego con el registro estadístico.
De enero a marzo del año en curso, del total de Inversión Extranjera Directa (IED) a México, por 20,313 millones de dólares, 96.6% correspondió a reinversión de utilidades. El porcentaje restante se dividió entre nuevas inversiones y cuentas entre compañías.
Para comprender este indicador: la reinversión de utilidades implica que los nuevos proyectos fueron realizados por empresas que ya tienen presencia en México, aun cuando sean nuevos proyectos.
Por ejemplo, si Ford Motor Company, una empresa estadounidense con más de 100 años en México, construye una nueva planta de autos en el territorio mexicano, sus gastos de capital se registrarían como reinversión de utilidades y no como nuevas inversiones.
En otras palabras, las nuevas inversiones corresponden a los nuevos proyectos de inversión de empresas extranjeras que no habían tenido presencia previa en México, como podría ser el caso de una compañía china.
Gregorio Canales, director general de North America Investment Solutions, una consultora en comercio internacional e inversión extranjera, destacó cinco factores que explican el dominio de la reinversión de utilidades en la composición de los recientes flujos de IED a México.
En primer término, las empresas retrasan sus reportes de nuevas inversiones al registro que lleva a cabo la Secretaría de Economía. De hecho, las compañías extranjeras que realizaron nuevas inversiones en cualquier mes de 2024 tienen como plazo para registrarlas hasta mayo de 2025 y pueden incluso retrasar más este trámite si pagan una pequeña multa.
Otro punto es que el registro de IED se lleva a cabo con una nueva metodología recomendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) relacionada con la balanza de pagos, en base a elementos contables de la balanza de cada empresa.
Un tercer aspecto es que muchas de las compañías que dirigen IED a México lo hacen a través del modelo maquilador, en el que las importaciones de maquinaria están también como parte de la empresa extranjera, mientras que la empresa mexicana de su propiedad es como un depositario a consignación, y con eso a veces llega a no contabilizarse, aunque sí debiera.
Un factor más radica en que hay un desfase entre la fecha en que por primera vez se anuncia públicamente la IED y las fechas en que se va ejerciendo, en muchos de los casos con programas multianuales, con cortes trimestrales en su registro.
En este caso, Canales puso como ejemplo que Tesla anunció inversiones en México por entre 5,000 millones de dólares, pero hasta ahora sólo ha ejecutado una pequeña fracción de ello, en terrenos, oficinas y otros rubros.
Finalmente, hay cierta influencia de que hace cuatro años hubo una incertidumbre por el triunfo electoral y el gobierno del entonces presidente Donald Trump, lo que derivó en menores inversiones nuevas a México.
Canales consideró que tienen igual importancia productiva las inversiones nuevas que la reinversión de utilidades.
México compite por la inversión extranjera con muchos otros países, incluida China y naciones de Europa central y oriental.
La Ley de Inversión Extranjera establece un marco legal diseñado para fomentar la inversión extranjera y para imponer ciertas restricciones limitadas a la inversión extranjera en México.