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Pandemia agudizó la brecha laboral en México
En medio de la apertura gradual de las actividades económicas, la participación de las mujeres en el mercado laboral se recupera más lentamente que la de los hombres.
Tras señalar que México continúa ocupando el penúltimo lugar en inclusión femenina en el mercado de trabajo de América Latina y el Caribe, con una participación en la fuerza activa de 45.4% de las mujeres contra 77% de los hombres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) detalló que éste es uno de los sectores más afectados por la pandemia, sobre todo porque disminuyó el empleo para las mujeres y aumentaron las actividades de cuidados en el hogar.
En la nota técnica: “México y la crisis de la Covid-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos”, la OIT revela que más del 50% del empleo de las mujeres está en riesgo como una consecuencia de la pandemia, y es altamente probable que se agudicen algunas brechas ya existentes.
“Las mujeres sufren de condiciones negativas preexistentes en el mercado laboral y es probable que la crisis venga a empeorar condiciones ya frágiles”, ello puede advertirse si se considera que en mayo se detectaron a 32.8 millones de mujeres consideradas como población económicamente activa, frente a 17.5 millones de hombres; y cuya principal razón de no ocuparse en un empleo era porque tenían que realizar tareas domésticas no remuneradas.
Asimismo es posible observar que las mujeres tienen una participación laboral mayor en sectores de riesgo bajo como lo es en educación y en salud; sin embargo, analizando la participación total de las mujeres por sector de actividad, más de 11 millones de empleadas laboran en sectores con un riesgo muy alto de contagio, lo cual representa el 53% de la fuerza de trabajo femenina en México que podría verse afectada, indica el informe.
Asimismo, la entrada del teletrabajo para algunos sectores tuvo repercusiones fuertes sobre la actividad de las mujeres en términos de disminución de la actividad remunerada y aumento de las actividades de cuidado.
Al respecto, Vinicius Pinheiro, director de la OIT Latinoamérica y el Caribe, comentó a El Economista que “esta situación de la pandemia a desacerbado el tema del cuidado (que realizan las mujeres en su hogar) y quizá estaremos enfrentando una desaceleración en el aumento de la participación de la mujer en el trabajo”.
Además, está el impacto colateral del cierre de escuelas y guarderías lo que frena la posibilidad de aumento de trabajo efectivo; por lo que, “estamos bajo un riesgo tanto de retrocesos con respecto en avances de la participación de la mujer en el trabajo, pero también retrocesos con respecto a la eliminación del trabajo infantil”, agregó.
Nadine Gasman Zylbermann, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, por su parte, al presentar los resultados de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2019, dijo que “La OIT plantea que la inequidad en la distribución y uso del tiempo es un determinante importante de las desigualdades en el trabajo, el hecho de que las mujeres tengamos la sobrecarga en el trabajo no remunerado y el trabajo de cuidados ha limitado su participación económica y es una de las principales barreras para que tengan su autonomía económica. Aunque tengamos autonomía nos toca doblar o triplicar las labores del hogar”.
Lo anterior, se desprende de los resultados que presentó INMUJERES con el Inegi en donde el 30.9% del Tiempo Total de Trabajo para las mujeres corresponde al trabajo para el mercado, 66.6% al trabajo no remunerado de los hogares y 2.5% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar.
En contraste, para los hombres, 68.9% concierne al tiempo dedicado al trabajo para el mercado, 27.9% para el trabajo no remunerado de los hogares y 3.1% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar.