Rusia, nuevo reto comercial

México podría contar a partir del 2011 con la apertura de un amplio mercado de exportación si se logra el ingreso de Rusia a la Organización Mundial de Comercio (OMC), aunque también ello implicaría el surgimiento de un competidor de gran peso en el comercio internacional.

Rusia es la mayor economía del mundo que no pertenece a la OMC y el Banco Mundial ha dicho que su ingreso haría crecer su economía hasta 3.3% en el mediano plazo y hasta 11% en el largo.

Con ese crecimiento potencial, Rusia está a punto de concluir sus negociaciones bilaterales con cada uno de los 153 miembros de la OMC, en las que cada uno pacta condiciones particulares para aceptar al nuevo asociado, quien presentó su solicitud de ingreso en 1993.

En ese largo proceso, México concluyó en junio del 2005 las negociaciones bilaterales para que Rusia sea aceptada como miembro de la OMC, obteniendo ventajas arancelarias en 122 clasificaciones de productos.

A la vista oportunidades

Entre las concesiones que México consiguió, destaca la reducción de aranceles para plátanos, aguacates, cítricos, pectina, atún, jugos de fruta, café, bebidas espirituosas, tabaco, jabones de baño, enzimas, fibras de vidrio, tubos de acero y juguetes a escala. La consultoría Iqom destacó que las concesiones rusas podrían traducirse en oportunidades de exportación para productos mexicanos; en tanto que los derechos obtenidos por Rusia podrían incrementar la competitividad de sus exportaciones en los mercados en los que compiten con las mexicanas.

La Unión Europea respaldó el 7 de diciembre pasado el ingreso de Rusia a la OMC, despejando el camino para que el país pueda entrar al organismo comercial en el 2011.

Moscú aún debe negociar los términos de su entrada con la OMC y se espera que deba realizar concesiones en el comercio de autopartes y en las reglas para la inversión extranjera.

rmorales@eleconomista.com.mx