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Suspensión de líneas eléctricas pega a renovables

La línea centro-Istmo permitiría desfogar la generación eléctrica eólica de Oaxaca.

A la par de la cancelación de la cuarta subasta de largo plazo, la actual administración canceló los dos proyectos de transmisión eléctrica más grandes en la historia del país: las líneas de corriente directa en alta tensión (HVDC, por su sigla en inglés) que llevarían energía del Istmo de Tehuantepec al centro del país y que interconectarían a la península de Baja California con el resto del país.

El anuncio del primero de estos proyectos, la línea que conectaría a Ixtepec, en Oaxaca, con Yautepec, en Morelos, a lo largo de seis entidades, fue anunciado desde inicios del 2017. Las prebases del concurso establecieron que en febrero de ese año se publicaría la convocatoria, lo que ocurrió un año después. Posteriormente, se postergó cuatro veces el fallo de la licitación pública internacional conducida por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hasta que la semana pasada la estatal informó a los participantes de la cancelación del proyecto.

Las causas principales que provocaron estos retrasos, según informaron la subsecretaría de Electricidad de la pasada administración e interesados como la alemana Siemens (una de las tres desarrolladoras globales de tecnología HDVC), fueron: el acuerdo en la divisa con la cual se ejecutaría la obra, ya que el gobierno exigió que se realizara en pesos mexicanos mientras que los componentes para estas líneas se comercializan en dólares, lo que aumentaría significativamente los costos si se depreciaba la moneda mexicana.

Además, la línea recorrería 600 kilómetros a lo largo de seis entidades: Oaxaca, Puebla, Veracruz, Ciudad de México, Estado de México y Morelos, por lo que los acuerdos para determinar si correspondería a la estatal mexicana o a los desarrolladores negociar los derechos de vía obstruyeron el proceso.

Finalmente, en las actas de visita a distintos puntos de la potencial red se observó la participación de 28 empresas distintas que posteriormente formarían consorcios compuestos por un socio tecnológico, un operador del proyecto y socios financieros. La inversión estimada del proyecto ascendía a 1,200 millones de dólares y con su ejecución se desahogaría la transmisión de 3,000 megawatts instalados principalmente en los parques eólicos de Oaxaca, que hoy cuenta con una capacidad de 2,360 megawatts en 27 plantas, que es casi 60% de la energía eólica que se produce en el país.

Por otro lado, desde hace más de dos décadas se ha buscado la manera de interconectar a la península de Baja California con el resto del país, ya que las dos entidades que la conforman sólo cuentan con sus propios sistemas aislados que suman casi 7% de la capacidad instalada nacional.

Estos sistemas sólo cuentan con redes que les permiten la interconexión con Estados Unidos, por lo que cualquier excedente requiere demanda del vecino del norte, o se pierde en sus redes, mientras que en caso de que la población de estas entidades requiera energía adicional, debe igualmente importarla a los precios que se determinen en el mercado de California, con lo que existe un riesgo constante de falta de energía para estas entidades.

Por tanto, la Secretaría de Energía publicó las bases de licitación para una línea de transmisión HVDC en diciembre del 2017, con el objetivo de licitar a fin de año el proyecto concurso en el cual también hubo cuatro postergaciones hasta su cancelación definitiva la semana pasada.

Este proyecto, con una inversión de 1,100 millones de dólares, consistiría en 1,400 kilómetros circuito con tecnología HVDC para conectar con una capacidad de transmisión de 1,500 megawatts entre Sonora y Baja California, a través de una red de alrededor de 600 kilómetros.

kgarcia@eleconomista.com.mx

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