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Telefónica entra al negocio del video en México con Movistar Play, ¿qué significa?

Con Movistar Play, que ya reporta más de 900,000 cuentas en toda América Latina, Telefónica intentará contener la dispersión de ingresos y usuarios de Movistar en México, y también asegurar el crecimiento del 8.0% que registró su base mexicana de clientes en 2018.

Foto EE: Archivo

Grupo Telefónica presentó un servicio de contenidos vía OTT que significa el primer ingreso de esta compañía al negocio del video en México, para competir directamente contra Clarovideo de Telcel y la propuesta que AT&T anuncie en próximos meses, que se espera se surtirá en las producciones audiovisuales de su ahora filial Time Warner.

Telefónica contaba hace una década con una concesión para ofrecer servicios de audiovisuales por satélite en México, pero por estrategia de negocio había explotado esos permisos en otro tipo de ofertas para corporativos y en algún momento de su estancia en el país sí hizo pilotos de productos de televisión de paga, aunque nunca los masificó y por ello “Movistar Play” se convierte así en su primer ingreso en este negocio, en un tiempo en que también persisten los rumores sobre una potencial venta de la filial mexicana de Telefónica Movistar.

Con la plataforma Movistar Play, que ya le reporta más de 900,000 cuentas en toda América Latina desde sus primeros arranques de pilotos en 2017, Telefónica intentará contener la dispersión general de ingresos y usuarios de Movistar en México, y asegurar en particular que el crecimiento de su base de pospago observado durante 2018 se mantenga en 2019 y los años por venir.

Telefónica también podrá hacer analítica de datos con Movistar Play, para conocer qué quieren sus clientes y así configurar ofertas que resulten más atractivas que las de AT&T/Telcel en las redes móviles como competidores directos e indirectamente contra los operadores del cable y el satélite como Izzi, Megacable, Totalplay, Dish, Ultravisión, y Star TV, y para ello su alianza comercial con Netflix –que por separado también supondría un tema de neutralidad de la red– en contenidos y con TV Azteca en televisión en vivo podría funcionarle muy bien.

Movistar Play se presenta en México con 40 canales y películas a la carta muchos meses después –casi un año desde su aviso de llegada– que a otros mercados latinoamericanos que resultan más importantes para Telefónica, como Perú y Colombia, pero al mismo tiempo lo hace en Argentina, donde recién se estrenó esa plataforma, por lo que el OTT de Movistar no llega tarde aquí.

“Si bien no es el pionero con esta estrategia en México, es cierto que la provisión de este tipo de contenidos empieza a ser una obligación para las ofertas de los operadores para competir de manera efectiva en el mercado”, dice  Víctor Pavón-Villamayor, presidente de Oxford Competition Economics. “El gran reto para Movistar es que el precio y los contenidos de este nuevo servicio hagan match con el perfil de suscriptores a los cuales está dirigido, pues su éxito apoyará e incrementará las tasas de suscripción en segmentos de usuarios considerados el objetivo de Movistar”.

México ya es un mercado competido en cuanto a productos de televisión de paga y plataformas de distribución de contenidos audiovisuales; de hecho, la acelerada aceptación de las ofertas por streaming ha repercutido en los operadores tradicionales como Sky, que ha tenido dificultades para ganar y retener usuarios, aun con la combinación de sus paquetes con servicios de telefonía e Internet.

Netflix, de acuerdo con la firma Dataxis, tenía 6.20 millones de clientes en 2018; 4.28 millones en 2017 y 3.24 millones de accesos en 2016 en México, muestra de la explosión de los OTT sobre las redes móviles y fijas y un patrón a seguir para Movistar Play, que, por ejemplo, en Perú ya le reportó resultados positivos a la matriz Telefónica y es lo que esa marca anhela repetir en territorio mexicano. Entonces, el arribo de Movistar Play se traduce primero como una manera de atraer nuevos clientes y fidelizar otros con nuevos servicios que ya abarcan OTTs como Netflix, coincide Patricia Falconí, especialista del despacho Prospectus.

“Telefónica finalmente concreta en México un anuncio demorado; una plataforma y un esquema de servicios ya desarrollado y probándose en otros países de Latinoamérica, que constituye un paso obligado para toda operadora de cara a los procesos de convergencia”, comenta Gustavo Fontanals, especialista en telecomunicaciones de la Universidad de Buenos Aires. “Y, a partir de una base más sustentada, anuncia que a futuro también prevé expandirse con una propuesta stand alone disponible para clientes de otras operadoras. Pero por el momento, parece más una herramienta de contención de clientes, pues queda por probar la eficacia de este servicio para expandir aquí la base de clientes, como muestran otros casos regionales”.

México es chico para Telefónica. El negocio de la empresa aquí es apenas superior a sus cuotas en Uruguay y Ecuador; y Argentina, Chile, Perú y Colombia reportan 1.5 veces más negocio que México, de ahí el interés de la compañía por contener y crecer su base de usuarios mexicanos y en tiempos en que se siente presionada por los pagos por refrendos de concesiones de espectro en las bandas de 1.9 GHz que vencieron en 2018.

El negocio de Telefónica en México cayó 12.1% en ingresos durante 2018; sus ingresos generales por servicios lo hicieron en 19.3%; en 17.4% lo que toca a sus entradas por datos; sólo sus ingresos por venta de terminales repuntaron 21.9% en el año y el crecimiento en 8.0% de los accesos de pospago significaron un aliciente para la empresa.

En Perú, como mismo ejemplo, la cuota de accesos móviles iba a la baja previo a la llega de Movistar Play, pero la irrupción de esta nueva oferta apoyó a Telefónica en recuperación de usuarios y en el crecimiento de otros nichos. Allí su base de clientes contrato creció 4.8% el año pasado y está en ruta de alcanzar los niveles de marzo de 2017 como mejor periodo para su nicho de pospago. Y en lo que toca a los accesos de banda ancha, éstos crecieron 10.1% en 2018; y desde la llegada de Movistar Play a Perú, la cuentas de Telefónica en el rubro han crecido en más de 200,000 accesos, pues Movistar también se mira en otros dispositivos y accesos fijos que la marca sí ofrece en ese país.

Por eso, “la forma de comercializar el servicio –ahora sólo a sus clientes- por 49 pesos marca una estrategia de Movistar para fidelizar su base con un servicio que agrega valor, en primer lugar; y que en segundo plano podría ser atractivo para clientes de otros operadores. Dependerá del atractivo de los contenidos que ofrezca para hacerse de un lugar en el mercado”, plantea Juan Gnius, autor del blog de Signals IoT y analista en la consultora Telracom.

Jorge Bravo, analista en Digital Policy & Law, expone que Telcel tendrá que modificar estrategia y reforzar los contenidos de Clarovideo con productos exclusivos, mientras que a AT&T tocará evaluar si anuncia pronto una oferta similar para competir a Telefónica y América Móvil en el rubro. “Es cuestión de tiempo” para que ambas marcas respondan, dice.  

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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