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Todo lo que hay que saber para pasar de novato a experto en el póker Razz

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Hace ya muchos años María Elena Walsh, la recordada cantautora argentina, creó una canción que se llamaba “El Reino del Revés”, un lugar donde “nada el pajaro y vuela el pez”. Pues bien. si tuvieramos que jugar al póker en ese reino donde todo está dado vuelta, seguramente la modalidad del Razz sería la elegida.

¿Por qué? Porque en el Razz las cartas están al revés. La carta más alta es el dos, despreciado en casi todas las demás modalidades de póker. Aunque suene extraño, esto es así. En este artículo vamos a repasar las reglas del poker razz para que se entienda mejor.

¿Póker Razz? ¿Con qué se come?

Aunque está lejos de ser la modalidad más conocida de póker, el razz es una de las formas más antiguas de este juego. Se trata de una unificación de distintas variantes de lowball, juegos donde el valor de las cartas es inverso.

Esto quiere decir que en la presentación más común de Razz la mejor mano que te puede tocar es un 5-4-3-2-A. Esto quiere decir que las combinaciones se mantienen, pero el valor de las cartas figura al revés, un cuatro vale más que un As, por ejemplo.

Dicho esto, muchas de las características habituales de cualquier tipo de póker se mantienen en el Razz. Es decir, sigue siendo un juego de azar con un factor psicológico donde el objetivo es hacerle creer a los rivales que hemos tenido más suerte de la que realmente hemos tenido; o de tenderles una trampa para que apuesten alto pensando que venimos mal, cuando en realidad lo que tenemos es un “As bajo la manga”.

¿De dónde salió el nombre?

La información sobre la palabra “Razz” no es muy abundante, pero la teoría más lógica es que viene del término “razzle-dazzle”, que en inglés significa deslumbrar/engañar. Así, alude a esta característica psicológica del juego, donde el objetivo es manipular los movimientos de los rivales haciéndoles creer algo que no es. Mentir sin mentir.

Si alguna vez escuchaste el acrónimo H.O.R.S.E. usado para distinguir los distintos tipos de póker, debes saber que la R corresponde a Razz. Así de importante es esta modalidad. 

Quiero aprender a jugar póker Razz: ¿Qué hago?

Lo más importante que hay que saber es que se empieza con una baraja de 52 cartas, que se van a repartir en sucesivas rondas a entre dos y ocho jugadores. La modalidad es muy parecida al Seven Card Stud, ya que no hay flop o river y tampoco hay cartas comunitarias.

El objetivo final en el Razz es obtener la combinación de cartas más baja posible, que se forma entre las siete cartas que se reparten a cada jugador.

Paso uno: preparar el terreno

Como en tantas otras modalidades de póker, en el Razz hay una primera apuesta que se hace antes de recibir las cartas y que se llama Ante.

Después de la colocación del Ante se reparten las cartas. De las primeras tres que recibe cada jugador, dos son ocultas y la otra es boca arriba. Esta es la “carta de puerta”. El jugador que recibe el valor más alto de carta de puerta tiene que abrir el juego, como si abriera la puerta a la primera ronda de apuestas.

Andando por las calles del Razz

Cada ronda del juego se denomina calle. Como veíamos anteriormente, se empieza con dos cartas cubiertas y una descubierta, a esta tirada se le llama tercera calle.

Cuando las apuestas se hayan igualado o redoblado, se reparte otra carta a cada jugador, también boca arriba. Así, se sigue repartiendo una carta por mano, con una ronda de apuestas de por medio. Estas cartas estarán boca arriba, salvo la última, que se reparte boca abajo.

La quinta calle es la siguiente ronda y la sexta es otra ronda más. En cada una se repartirá una carta visible para todos y cada vez el primero en accionar será jugador con las cartas descubiertas de menor valor.

¿Qué pasa en la séptima calle?

La séptima calle es el momento en el que se reparte la séptima carta, que es la última. Esta se entrega boca abajo, es decir solo es visible para el jugador. 

Si terminadas las rondas de apuestas queda más de un jugador en pie, es la hora del showdown o de mostrar las cartas. Va a ganar aquél que tenga la mano de cinco cartas más bajas. 

Aunque es un juego sin cartas comunitarias, puede haber un único caso excepcional donde esto suceda. Si necesitamos dar 7 cartas a 8 jugadores en la séptima calle, harían falta 56 cartas. Como se juega con el mazo de la baraja francesa, distinta de la española, sólo tenemos 52 cartas.

En ese caso el dealer se queda sin nada que repartir, de hecho se queda corto por cuatro cartas. Entonces lo que se hace es evitar dar la última ronda y se pone una única carta en el centro que servirá para que todos los jugadores armen juego. Una carta comunitaria en toda regla.

Hasta aquí nuestro resumen del Razz. Es un juego ideal para disfrutar con amigos en situaciones de desconexión, lejos de las redes sociales y las pantallas. No te aseguramos que vayas a ganar, pero seguramente pasarás un buen rato con el póker del “reino del revés”.

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