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Ven riesgos en nuevas relaciones laborales contractuales

Luego de que concluya el plazo para legitimar los Contratos Colectivos, podría prevalecer la confusión en los trabajadores que queden sólo con Contratos Individuales.

Pese a que la autoridad laboral señala que una vez que concluya el plazo para legitimar los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT) en mayo no “se acabará el mundo” y los trabajadores estarán protegidos con contratos individuales, especialistas y sindicalistas coinciden en que habrá incertidumbre y escenarios de riesgo.

Entrevistados por separado, expusieron que en el caso de los trabajadores prevalecerá la confusión al perder su CCT y al quedar sólo con Contrato Individual; tendrán dudas de sí seguirán siendo sindicalizados o ya no pertenecerán a ningún sindicato; experimentarán una posible simulación o suplantación de contratos ilegales, y tendrán dudas de si pagarán o no cuotas sindicales; o habrá confusión de trabajadores ante el debate sobre la aplicación de las cuotas. En el caso de las empresas habrá una importante dispersión de Contratos Individuales, se elevarán los costos por administración de estos contratos; podrían experimentar confusión entre mandos superiores y medios por no tener suficiente capacitación de la Ley en materia de Libertad Sindical y CCT efectivos; incremento de posibles conflictos en plantas por controversias individuales.

Anselmo García, especialista laboral, comentó que es importante que tanto gobierno, empresas, sindicatos y trabajadores se planteen escenarios, porque “puede darse el caso de un surgimiento y multiplicación de sindicatos sin escrúpulos para presionar nuevos CCT; ya sea que sean sindicatos nuevos o renovados”.

Incluso, destacó, con una legitimación de 18,000 contratos que representaría en el mejor de los casos apenas el 13% de la totalidad, “existe la posibilidad de que se dé el surgimiento  de una nueva élite sindical apoyada desde Estados Unidos y Canadá o el surgimiento de sindicatos que sólo viven para cobrar subsidios extranjeros”. No descarta que pueda darse el surgimiento de un sindicalismo “en manos de la representación patronal y/o solo maquillados”.

Por su parte, Ben Davis, director de Asuntos Internacionales de la United Steelworkers, comentó que “hay diferencias en el análisis con lo que ha dado a conocer el gobierno, por el hecho de que se legitiman contratos, pero eso no quiere decir que los trabajadores estén contentos, sino porque representó la única salida.

Después del 1 de mayo, existe un alto riesgo de que “el mismo sindicato charro que ha estado como titular por décadas, puede volver a demandar la titularidad del contrato, y aunque los trabajadores podrían buscar una alternativa, no todos tienen los medios”.

A su vez, Alfredo Antonio Fritz, representante de la Orden Mexicana de profesionales Marítimos y Portuarios, dijo que “el tema de la violencia sindical había disminuido, pero se puede reactivar después del 1 de mayo. Hay dos realidades sindicales, la que hay en las empresas que son exportadoras y tiene vínculos con el comercio exterior tienen capacidad para que haya más visión, e incluso alianzas, lo que lleva a una negociación; pero también hay quienes no tienen nada, es ahí donde se pueden dar persecución o despidos”.

Además, dijo “hay fallas para registrar los procesos de legitimación, y además siguen grupos de interés que no permiten avanzar de manera más clara”. “El proceso de voto y legitimación es una pieza crítica de la reforma laboral en el T-MEC”, dijo el agregado laboral de EU, Pablo Solorio.

pilar.martinez@eleconomista.mx

Pilar Martínez es reportera de Empresas y Negocios.

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