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Ven violación a reglas del T-MEC y OMC si EU avala créditos automotrices

Lus de la Calle afirmó que los créditos fiscales en EU no se podrían otorgar en estados de ese país en donde tener sindicato en las plantas automotrices no es obligatorio.

Foto EE: Archivo

El gobierno de presidente Joe Biden pretende otorgar subsidios a las familias estadounidenses de clase media para la compra de autos eléctricos, con la condición de que estén ensamblados en EU con un porcentaje mínimo de componentes estadounidenses y mano de obra sindicalizada, lo que podría desplazar al producto ensamblado en México y Canadá

Estados Unidos violaría las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si aprueba una iniciativa de créditos fiscales para la compra de vehículos eléctricos presentada por la administración del presidente Joe Biden.

Esa es la opinión de Luis de la Calle, director general de la consultoría De la Calle, Madrazo, Mancera (CMM), y la enfatizó en su participación en el XXVII Congreso de Comercio Exterior Mexicano.

De prosperar la iniciativa afectaría a México, Canadá y a otros países que abastecen de partes y vehículos automotores al mercado estadounidenses, así como a estados del sur de la Unión Americana.

Según la iniciativa, incluida en el plan Build Back Better del presidente Joe Biden, el crédito fiscal para vehículos eléctricos reducirá el costo de un vehículo eléctrico fabricado en Estados Unidos con materiales estadounidenses y mano de obra sindical en 12,500 dólares para una familia de clase media.

En marco del proyecto de ley de presupuesto publicado a finales de octubre pasado por el presidente Biden se incluyen créditos fiscales para vehículos eléctricos “fabricados en Estados Unidos con materiales estadounidenses y mano de obra sindical”.

En octubre pasado, la Secretaría de Economía hizo pública una carta firmada por su titular, Tatiana Clouthier, en la que advierte que dichas disposiciones “son contrarias a las reglas de valor de contenido regional acordadas en el T-MEC, por lo que respetuosamente solicito que estas consideren incluir incentivos para todo el contenido regional y ensamble norteamericano de manera compatible con el Tratado”.

Por su parte, Canadá, en el mismo sentido señaló que las propuestas de los legisladores para crear nuevos créditos fiscales y apoyos a los autos eléctricos hechos en Norteamérica dañarían a la industria automotriz, además que violarían los acuerdos comerciales de la región.

Clouthier argumenta que “la existencia de nuevos requisitos de contenido nacional en iniciativas legislativas del Congreso estadounidense socavaría el desarrollo positivo de una alianza fortalecida de América del Norte”.

De la Calle dijo que estos incentivos no se podrían otorgar en Texas, Tennessee, Alabama y otros estados que aplican lo que se llama “el derecho a trabajar”, con plantas donde tener sindicato no es obligatorio.

“Esos incentivos son claramente violatorios del T-MEC, violatorios de la OMC, y es muy importante que Estados Unidos se adhiera a eso”, expresó De la Calle.

Enseguida argumentó que no se puede tener una política en materia de automóviles cerrada en Estados Unidos, o incluso cerrada en México, Estados Unidos y Canadá, porque los coches electrónicos del futuro necesitan abastecimiento y diseño global.

“El progreso que se haga en la manufactura de automóviles y camiones se va a aplicar a toda la línea blanca con el Internet de las Cosas y va a depender de la creatividad del desarrollo del software y la conjunción entre software y hardware. Si lo hacemos cerrados y los europeos y los asiáticos lo hacen abiertos, no se van a desarrollar en América del Norte los coches del futuro”, dijo.

Desde su punto de vista, América del Norte posee todas las características necesarias, la capacidad de atracción de talento, la energía más competitiva del mundo y una integración vertical muy importante en el sector del automóvil, como para tener equivocadamente una visión proteccionista.

En la coyuntura, destacó dos casos. La empresa de Amazon para producción de coches eléctricos no ha vendido un coche y vale tanto en Wall Street como Ford, y Foxconn, que tiene amplias operaciones de electrónicos en México, ya anunció que va a producir automóviles.

“Si tuviéramos un gobierno promotor, estaríamos haciendo cola en Taiwán para decirle tu planta para producir automóviles en América del Norte queremos que esté en México”, dijo.

En otro caso paralelo, el gobierno de México determinó que iniciará un panel de solución de controversias contra Estados Unidos por diferencias en el criterio para determinar las reglas de origen del sector automotriz en el marco del T-MEC.

roberto.morales@eleconomista.mx

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