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Ataque al contrabando detonará nearshoring en ropa: Canaive

Los aranceles y la limitación de las mercancías que se pueden importar con beneficios fiscales crearán un ambiente más propicio para recibir inversiones en nuevos nichos de confección y diseño como el de las prendas athleisure, dice José Pablo Maauad, presidente de la Cámara.

Las exportaciones de productos confeccionados a EU rebasaron los 7,000 mdd en 2023, dijo el presidente de la Canaive. Foto EE :Eric LugoERIC LUGO RODRIGUEZ

El mensaje de certidumbre y de legalidad que envía el gobierno de Claudia Sheinbaum con medidas para frenar el contrabando, abre el apetito para que las inversiones por el nearshoring “despeguen rápidamente”, incluso, México podría convertirse -en breve- en el confeccionista de marcas estadounidenses de ropa “athleisure”, una nueva tendencia que combina lo deportivo con lo casual y resalta el diseño. 

José Pablo Maauad, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) explicó que hay un enorme potencial para el desarrollo de un nuevo nicho de confección y diseño, donde las nuevas generaciones de Estados Unidos prefieren para vestir que sumado a lo ya exportado, elevarían las ventas mexicanas a ese mercado hasta en 20 por ciento.

Refirió que este tipo de ropa es considerada una mezcla formal con deportiva, para uso del día a día, con nivel de presentación, y sobre todo con comodidad. La tendencia nace después de la pandemia e incluye a marcas como Gucci, Nike, Lululemon, Adidas, Athleta, entre muchas otras. Destacó que ésto demanda de diseño, trabajo de marca, de colección e innovación, y es parte de lo que elabora la industria de la confección con valor agregado, pues no solo implica coser una prenda sino todo el trabajo de creatividad a su alrededor.

En entrevista con El Economista, Maauad resaltó la importancia de las empresas mexicanas en el mercado estadounidense, pues son las principales proveedoras con productos como la mezclilla, incluyendo pantalones y otras prendas de uniformes en general, particularmente los industriales y técnicos para protección de riesgos de seguridad industriales; además de otras actividades y productos de alto valor agregado como moda.

El presidente de la Canaive recordó que las exportaciones de productos confeccionados a Estados Unidos fueron superiores a los 7,000 millones de dólares al cierre del 2023, y en toda la cadena incluido textiles más de 10,000 millones de dólares. Pero considerando “un nuevo estado de derecho y condiciones para invertir en sana competencia, en un corto plazo de dos a tres años, las exportaciones podrían incrementarse hasta 20 por ciento”.

Hay una gran oportunidad por varios factores, algunos exógenos como el tipo de cambio, comentó, pero otros específicos como el fenómeno de relocalización que generan un gran apetito al mercado de Estados Unidos por tener puentes de manufactura en México.

“Al mejorar las condiciones de competitividad y legalidad, este potencial de crecimiento de las exportaciones es muy rápido y además es altamente generador de empleos”, respondió el líder de los confeccionistas, que en su mayoría está compuesto por mujeres.

José Pablo Maauad sostuvo que prácticamente, como cabeza de la industria de prendas de vestir, “todas las semanas recibimos demandas y consultas de empresas en Estados Unidos interesadas en fabricación en México. Ahora con los mensajes de certidumbre y legalidad que estamos dando como país, que específicamente está dando el gobierno federal, esto puede tener un despegue muy rápido”, apostó.

Abundó que la expansión también se dará en empresas que ya operan en el país, pero que también pueden incrementar, como son los trajes para caballero, y que tuvieron un periodo de transformación en su utilización durante la pandemia y ahora están regresando.

La semana pasada, el gobierno de México publicó un decreto que establece la aplicación de un arancel de 35% a la importación de mercancías clasificadas en 138 fracciones arancelarias relativas a la confección y de otro de 15% a la importación de mercancías clasificadas en 17 fracciones arancelarias referentes a la industria textil.

El decreto contempla aumentar el número de productos que no se pueden importar mediante el Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX), por considerar que se ha abusado de los beneficios del esquema, consistentes en la exención del pago de impuestos a la importación de insumos usados para producir bienes de exportación. Esto ha prendido las alarmas en la industria maquiladora, que opina que esto elevará los costos de operación en la manufactura de exportación.

Gráfico EE

lilia.gonzalez@eleconomista.mx

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