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Sheinbaum retoma meta en energías limpias
En los próximos días presentará por primera vez un Plan Nacional de Energía, con énfasis en la transición hacia fuentes alternativas; producción de crudo y condensados queda en 1.8 millones de barriles.
Para el 2030 el 45% de la electricidad en México será generada a partir de fuentes limpias, prometió este martes la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo.
El anuncio recupera así, cuando menos en el discurso público, los compromisos de descarbonización eléctrica que asumió México desde el 2016 en los acuerdos de París y que no se han cumplido hasta la fecha.
“Vamos a impulsar las energías renovables. El objetivo es que en el 2030 tengan una participación del 45%”, dijo la mandataria la tarde de este martes en el Zócalo de la Ciudad de México ante una multitud que se congregó para escuchar la lectura de una lista de 100 compromisos de gobierno para el sexenio 2024-2030.
En el 2023 la generación eléctrica limpia se redujo 8.2% a 85.5 gigawatts hora (GWh), y su participación en la generación total cayó de 27.5% a 24.3% de acuerdo con las cifras del Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen), publicado por la Secretaría de Energía (Sener).
Esto la sitúa cada vez más lejos de la meta de 35% para este 2024 ratificada en los acuerdos de París, que también establecían el objetivo de llegar a 43% en el 2030.
Horas antes de su mensaje en el Zócalo capitalino, durante su primer mensaje a la nación en la Cámara de Diputados tras juramentar como presidenta de México, Claudia Sheinbaum adelantó que en los próximos días su gobierno presentará un inédito Plan Nacional de Energía para el sexenio 2024-2030, justamente con un énfasis en la transición hacia energías renovables.
“En unos días presentaremos el Plan Nacional de Energía que incluye nuevas inversiones en generación y transmisión y un programa ambicioso de transición energética hacia fuentes de energía renovables que contribuyan a disminuir los gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático”, dijo en su primer mensaje a la nación tras tomar protesta como presidenta de México.
Será la primera vez que el gobierno mexicano emita un plan nacional enfocado en energía, lo que ocurrirá luego de un sexenio que fue criticado por privilegiar el control estatal de la producción de electricidad y petróleo y dejar en segundo término la promoción y las inversiones en energías alternativas.
“Vamos a promover la eficiencia energética y la transición hacia las fuentes renovables de energía para absorber a través de estas fuentes el crecimiento de la demanda de energía”, dijo Claudia Sheinbaum.
La presidenta de México reiteró que su gobierno hará propia la política impulsada en la segunda mitad del gobierno obradorista de reservar 54% de la producción eléctrica al Estado y topar a 46% la generación por parte de privados, a quienes ofreció reglas claras para invertir.
“La inversión privada para cubrir el 46% de generación se hará con reglas claras en el marco de la ley, garantizando la estabilidad del sistema eléctrico”, afirmó.
Crudo, para autoconsumo
En materia de hidrocarburos, la presidenta Sheinbaum mencionó que la meta de su gobierno será mantener una producción petrolera de 1.8 millones de barriles diarios, enfocada el abastecimiento de las refinerías mexicanas.
“El objetivo fundamental de la producción de petróleo con Pemex seguirá siendo el consumo nacional y este se limitará a una producción de 1.8 millones de barriles diarios”, afirmó.
A diferencia de su predecesor, que inició su gobierno hace seis años con la promesa de conseguir una producción petrolera de 2.6 millones de barriles diarios, Sheinbaum hizo notar que elevar la producción petrolera no es ambientalmente viable.
“Recuerden que la reforma energética proponía una producción de tres millones de barriles diarios, eso es ambientalmente imposible. Es mejor promover la eficiencia y las fuentes renovables”, sostuvo.
A agosto pasado, Pemex produjo un millón un millón 793,000 barriles diarios de crudo y condensados cifra 2.2% inferior al millón 833,000 barriles de producción con el que concluyó el gobierno de Enrique Peña Nieto. Sheinbaum garantizó que durante su mandato las tarifas eléctricas y de gasolinas no subirán en en términos reales.