Agenda de la IP detonará la reactivación económica de Guerrero

Para detonar el desarrollo económico de Guerrero, y más tras los estragos que trajo consigo la pandemia de Covid-19, la Iniciativa Privada (IP) del estado actualizó la Agenda pública del sector privado, una estrategia que pretende el rediseño de los fundamentos macroeconómicos de la entidad.

Esta agenda tiene como eje central la potencialización de los sectores agroindustrial, minero, turístico, restaurantero, de vivienda, de la construcción y automotriz.

En entrevista con El Economista, Julián Urióstegui Carbajal, presidente del Consejo de Cámaras Industriales y Empresariales de Guerrero (Concaingro), dijo que el estado tiene un “diseño financiero históricamente obsoleto”, refiriéndose a la elevada dependencia a los recursos provenientes de la Federación.

De acuerdo con datos del Inegi, los ingresos totales de Guerrero ascendieron a 72,390 millones de pesos en el 2020, monto del cual, 5.3% corresponde a ingresos propios (impuestos, derechos, productos, aprovechamientos y financiamiento).

“Mientras Guerrero no rediseñe los fundamentos en ingresos propios, vamos a seguir estando en los últimos lugares de los índices económicos. Nuestra visión empresarial y lo que queremos compartir con el nuevo gobierno del estado, es revisar los fundamentos de la estructura financiera”, indicó el empresario.

Los fundamentos que deben rediseñarse, ahondó, son informalidad, mano de obra y diversificación económica.

Según el Inegi, al cierre de marzo pasado, la tasa de informalidad laboral fue de 76.11% de los ocupados en Guerrero, siendo el segundo estado con el mayor indicador en el país, detrás de Oaxaca (79.75 por ciento).

“En Guerrero, se tiene alrededor de 77% de la economía de todos los sectores productivos en informalidad. Por ejemplo, en turismo, hay 35,000 cuartos de oferta extrahotelera en Acapulco, es decir, no reguladas, contra 15,000 cuartos formales que pagan impuestos, el tamaño de la informalidad en nuestro principal sector, que es el turístico, es inmenso, del cual depende el estado en 52%; entonces, un tema es la informalidad de todos los sectores, que pasen a pagar impuestos, que se recaude más”, señaló.

Otro fundamento es la mano de obra competitiva. “Es actualizar todas las carreras técnicas y universitarias. La principal universidad del estado, que es la UAGRO -Universidad Autónoma de Guerrero-, está produciendo egresados que no son competitivos en el mercado laboral, de nuestra red de empresas, la última opción que tienen para poner a un gerente en una unidad de negocio, pequeña, mediana o grande, es un egresado de la UAGRO”, aseveró Julián Urióstegui.

Lo anterior se debe a que “no hay actualización de carreras, en otras economías las principales carreras, que deberíamos tener, son tecnológicas, informáticas. Para que el sector productivo absorba, necesitamos actualización de los planes de estudio. La mano de obra viene de otros estados”.

El último fundamento es profundizar en la diversificación económica, mediante el impulso de “motores apagados” en la economía guerrerense, como el agro y la vivienda.

“Tenemos sectores que están durmiendo, no pintan en la productividad, como el agro de Guerrero, somos principales productores en coco, mango, mezcal, maíz, café, limón, entre otros, pero como no hay transformación, nos ubicamos en los últimos lugares, como en el comercio exterior. El agro debe activarse desde un enfoque empresarial, agroindustrial, para que sea competitivo y genere riqueza al campo. Hoy en día las exportaciones de la agroindustria de Guerrero representan 1% de lo que exporta el estado (se exporta principalmente de la industria minera)”, aseguró.

¿Qué se requiere? Según la agenda de la IP, destaca la consolidación de fondos de garantía con la banca de desarrollo por 2,000 millones de pesos (con una aportación de 200 millones por el gobierno estatal), inversión pública en construcción de plantas de procesamiento e instalaciones agro estratégicas, programas de promoción integrales que cubran toda la cadena productiva, impulsar el comercio de exportación y digital, entre otros.

El otro “motor apagado” es la vivienda de interés social. En este punto se propone generar un programa estatal de vivienda de interés social con el sector privado en el que el gobierno del estado aporte reserva territorial, servicios públicos al pie del macrolote e incentivos fiscales municipales y estatales

Para denotar el proyecto de la IP, se requiere una aportación pública de 400 millones de pesos (4% del proyecto) para detonar una inversión de 8,400 millones y 21,000 viviendas.

“Necesitamos el acompañamiento de los gobiernos estatal y municipales entrantes, para que se pongan en los planes estratégicos para el desarrollo económico de la región, porque tenemos los créditos preautorizados de los fondos de vivienda. El sector privado desde hace 22 años es el encargado de hacer la vivienda de interés social, el gobierno federal ya no edifica, lo hace la IP a través de inversiones propias que recupera cuando Infonavit y Fovissste le paga las viviendas”, añadió Urióstegui Carbajal.

“Necesitamos ventanilla única de los tres niveles de gobierno para las gestiones de esos proyectos, acompañamiento, incentivos fiscales, para que esa vivienda que está enfocada para la gente de menores ingresos mantenga esos parámetros, que sean viviendas de bajo precio, pero de calidad. El tema es que la industria tenga las condiciones de detonar proyectos masivos en Acapulco, Chilpancingo, Zihuatanejo, Iguala”, agregó.

Aceptación

Sobre la agenda del sector privado, el empresario puntualizó que es importante que en las políticas públicas de Guerrero sea considerada la visión de la IP para que ayude a potencializar los sectores económicos de la entidad.

La IP de Guerrero presentó a la gobernadora electa del estado, Evelyn Salgado Pineda, la Agenda pública del sector privado, que se creó en el 2016 cuando se conformó la Concaingro y se actualizó con los retos y oportunidades actuales.

Esta agenda tiene el diagnóstico y propuestas de solución de los sectores económicos de la entidad.

“Tuvimos la oportunidad de mostrarle esta agenda, en campaña, a la gobernadora electa, tuvimos muy buena recepción de ella, sorprendió que nos llamó aliados, dijo que su gobierno iba a ser aliado del sector privado. Esa percepción es correcta. Las cámaras empresariales tenemos que ser interlocutores con los diferentes niveles de gobierno”, manifestó el presidente de la Concaingro, organismo representante de la Concamin en Guerrero.

“Por eso es estratégico que podamos concretar esta alianza con el gobierno del estado para poder ayudar a los diferentes sectores a potencializar y sobre todo, para poder compartir la visión de que tenemos que cambiar los fundamentos de economía del estado”, expresó.

“Tenemos confianza en el próximo gobierno estatal por el acercamiento que hemos tenido, queremos abonar a que tengan éxito, nosotros en Guerrero vemos al equipo ganador de la elección con optimismo”, concluyó.

estados@eleconomista.mx