Calzado del Chavo del 8, a paso veloz

El Chavo del 8 tiene una marca de calzado en León que toma fuerza en el mercado nacional e incursiona en los mercados de exportación de Estados Unidos y Colombia.

Eduardo Venegas, representante de Grupo Triples, corporativo leonés que fabrica varias marcas de calzado, compartió la buena aceptación que la marca Chavo del 8 (para niño y niña, con imágenes de los personajes animados de este tradicional programa de la televisión mexicana) tiene a un año de su lanzamiento en el mercado nacional.

Refirió que desde diciembre pasado comenzaron a surtir y ya resurten pedidos a Estados Unidos; mientras que en un mes enviarán el primer contenedor a Colombia, que pretenden sea la puerta de entrada a Sudamérica, donde es muy popular el personaje.

CERRARON EL 2011 CON LAS PRIMERAS EXPORTACIONES

Puntualizó que la empresa paga regalías del uso del nombre e imagen del Chavo del 8.

Llevamos un año vendiendo en México, va muy bien, con paso firme, y a la par quise empezar a venderlo fuera de México, compré la licencia para EU y Colombia , dijo.

El directivo de Triples detalló que en diciembre, y lo que va del año, han vendido los primeros 6,000 pares de la marca Chavo del 8 a una distribuidora de Estados Unidos, y a Colombia enviarán los primeros 5,000 pares, de los cuales 3,000 son de la línea del Chavo.

EXPERIENCIA

El Grupo Triples tiene 25 años en León y su marca más vendida es la bota Hiker Jeep; también tienen otras marcas como Triples (bota casual, bota trabajo rudo, calzado urbano, vestir y casual, calzado driver y otros) y Nero Giardini (vestir de caballero).

El corporativo tiene 1,000 empleados y producen 2 millones 300,000 pares al año.

La marca de botas Jeep se vende en las principales tiendas departamentales de México (Liverpool, Sears, Coppel), mientras que el resto, como la del Chavo, tienen presencia en zapaterías de todo el país y en los principales catálogos de venta.

La apertura al mercado de China, indicó, no ha afectado al momento sus ventas en el mercado nacional, pero en lo particular percibe el arranque de año un tanto más lento.

cutberto.jimenez@eleconomista.mx