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Frontera norte, única región que crece en actividad industrial

El Bajío, motor económico en el sexenio anterior, y el sur-sureste, prioridad del actual gobierno federal, retrocedieron en todos los sectores fabriles y presentan caídas desde diciembre del 2018.

En actividad industrial, la frontera norte es la única región que dibuja una tendencia contraria a la dinámica negativa del país.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en junio de este 2019, la actividad industrial nacional cayó 2.9% a tasa anual real, registrando ocho disminuciones al hilo, situación que no se observaba desde el 2009, año de la crisis económica y financiera.

La frontera norte, beneficiada por el programa de la zona libre, tomó otra dirección, ya que presentó un año con crecimientos en dicho indicador que se integra por manufactura, construcción, minería y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final. De hecho, sólo Coahuila exhibió un retroceso.

Otra región que aumentó su nivel de producción industrial fue occidente (1.0%), liderado por Colima como único estado con variación positiva, aunque tanto en mayo pasado como en noviembre y diciembre del 2018 esta región mostró contracciones.

Por su parte, el Bajío, motor económico en el sexenio anterior, y el sur-sureste, prioridad de actual gobierno federal, comparten factores en común: retrocedieron en todos los sectores industriales durante el sexto mes del año en curso e hilan caídas desde que Andrés Manuel López Obrador tomó posesión como presidente de la República Mexicana (diciembre del 2018).

Es importante recordar que uno de los principales proyectos de la actual administración federal, plasmado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 y en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020, es el Programa Zona Libre en la frontera norte (43 municipios de Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Baja California, Sonora y Coahuila).

La aplicación empezó desde el pasado 1 de enero, ofreciendo la reducción del pago del Impuesto al Valor Agregado a 8% y del Impuesto sobre la Renta a 20%, el incremento del salario mínimo al doble y la homologación del precio de los combustibles con los de Estados Unidos. Los beneficios fiscales, según el PPEF, continuarán en el siguiente ejercicio fiscal. Esta situación ya se está materializando en la actividad industrial de la región.

Sin embargo, los grandes proyectos aún no se perciben en el sur-sureste (Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, Tren Maya, Refinería de Dos Bocas, Pacto Oaxaca), al ser de largo plazo. Es importante aclarar que los programas sociales no tienen un impacto directo en la industria, por ser recursos distintos al gasto de capital (infraestructura).

En otro escenario, las demás regiones quedaron fuera, con grandes obras y recortes presupuestales, del PND, del PEF 2019 y del PPEF 2020. Por lo anterior, los estados siguieron una estrategia: formar alianzas entre ellos; las más avanzadas son la Alianza Centro-Bajío-Occidente (Guanajuato, Querétaro, Jalisco, Aguascalientes y San Luis Potosí) y el Acuerdo Estratégico Colima-Michoacán (puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas) —probablemente estos bloques se unan y adhieran más entidades.

En términos generales, estas alianzas son plataformas productivas y logísticas que pretenden atraer inversiones y generar empleos que impacten en todos los sectores económicos.

Otra alianza en el país que ya está consolidada es el Corredor Económico del Norte, que incorpora a Sinaloa, Durango, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Nayarit y Zacatecas, cuyos gobiernos pretenden detonarlo.

Ante este escenario, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público analizará tres peticiones de las entidades federativas: que el PEF 2020 sea igual en término reales al del 2019 para cada estado; conocer el estatus de los proyectos de infraestructura que propuso cada territorio, y evaluar las deudas que la mayoría de los gobiernos locales tiene con dependencias federales.

Sin fuerza

Por región, destaca que el sur-sureste y el Bajío mostraron descensos anuales en el nivel de producción de los cuatro sectores que componen las actividades industriales durante junio del 2019.

La frontera norte sólo disminuyó en construcción (0.3% anual real), aunque obtuvo el primer lugar en minería (4.6%) y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final (6.8%); en industrias manufactureras ascendió 2.8 por ciento.

Destaca que en manufactura el mayor incremento fue para el centro-norte (3.3%) y la disminución más pronunciada en el centro del país (4.9%), debido a que todos sus integrantes descendieron (Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Hidalgo, Morelos y Tlaxcala).

Mientras en construcción, únicamente incrementó su valor la región centro (6.2%), gracias a Puebla Morelos y Tlaxcala.

Excepciones

Por entidad, en el sexto mes del año, Chiapas, Hidalgo, Oaxaca, Querétaro y San Luis Potosí —estos últimos del Bajío— exhibieron descensos en todos los sectores industriales.

Por su parte, Yucatán y Chihuahua tuvieron una dinámica contraria; es decir, aumentaron en todos los sectores; esto significa que las gestiones de Mauricio Vila Dosal y Javier Corral Jurado, respectivamente, rinden frutos en materia industrial, a pesar del ambiente de incertidumbre que hay en México (ratificación del T-MEC y desaceleración económica mundial y nacional).

En el total de la actividad industrial, el podio de crecimiento se conformó por Tlaxcala (18.7%), Chihuahua (7.2%) y Colima (5.2%); los mayores desplomes fueron en Baja California Sur (33.9%), Chiapas (24.1%) y Oaxaca (16.2 por ciento).

Los podios por sector quedaron de la siguiente manera: en manufactura, Sonora (9.6%), Guerrero (9.2%) y Nayarit (8.9%); en construcción, Tlaxcala (126.1%), Chihuahua (25.6%) y Colima (16.8%); en minería, Tlaxcala (25.4%), Tamaulipas (14.2%) y Guerrero (11.9%), y en energía eléctrica, agua y gas, Quintana Roo (54.1%), Tamaulipas (20.1%) y Estado de México (16.1 por ciento).

Al otro polo, las contracciones más pronunciadas se dieron en Chiapas (20.6%), para manufactura; Baja California Sur (40.9%), construcción; Sinaloa (22.4%), minería, y Chiapas (42.6%), energía eléctrica, agua y gas.

Profunda coordinación

Para Eufemia Basilio Morales, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el crecimiento industrial de la frontera norte en el transcurso de este año se debe al programa de la zona libre, al desarrollo de infraestructura en la región y a la profunda coordinación política entre gobiernos estatales y municipales.

“En esta zona se ha dirigido la inversión hacia la construcción, generando previamente infraestructura, lo cual ha creado mayor dinamismo en la actividad industrial. De igual modo, ha favorecido la coordinación entre los gobiernos estatales y municipales, que han reforzado los lazos comerciales”, ahondó.

Sobre la caída en el centro-norte, particularmente en Baja California Sur, uno de los estados con mayor incremento económico en los últimos años, la especialista dijo que se debió a la inseguridad, “factor que inhibe la inversión y, por tanto, la actividad económica”.

Indicó que el descenso industrial en el Bajío “responde a la desaceleración económica nacional y al aumento en los precios de los combustibles a inicio del año”.

“En el caso del sur-sureste, las estrategias del gobierno federal actual no han dado frutos, ya que no llevan una dirección concreta, teniendo disminuciones de más de 5%; quizá para muchos sería muy rápido hablar de resultados en este momento, pero tendrían que estar sentadas ya las bases para lograr una mayor actividad económica e industrial en la región”, indicó la especialista de la UNAM.

“Recordemos que es una zona que ha vivido condiciones de atraso y pobreza desde tiempo atrás, por lo cual las estrategias deberán ser muy puntuales y eficaces para que sean exitosas, los proyectos planteados como el Tren Maya, istmo de Tehuantepec, así como la Refinería de Dos Bocas suenan interesantes si se llevan a cabo adecuadamente. el problema es que, incluso antes de iniciarse, ya se plantean muchas críticas y desacuerdos respecto a estas obras”, manifestó.

estados@eleconomista.mx

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