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Nuevo León, Aguascalientes y Coahuila, los más preparados para el nearshoring
La capacidad para atraer inversiones extranjeras depende de condiciones laborales, servicios básicos y entorno regulatorio, de acuerdo con el Imco
Nuevo León, Aguascalientes y Coahuila son los mejor calificados para capitalizar la tendencia del nearshoring en el país, según un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y la Fundación Friedrich Naumann (FNF).
El estudio evaluó 21 indicadores en cuatro ejes: mercado laboral, insumos básicos, vivienda y entorno regulatorio, elementos cruciales para atraer Inversión Extranjera Directa (IED) y fortalecer la competitividad.
Nuevo León obtuvo alto rendimiento en los cuatro ejes evaluados, con énfasis en vivienda y servicios básicos, con la construcción de 22,306 unidades durante el 2023, casi la totalidad de estas cuentan con agua entubada, energía eléctrica y drenaje.
Tiene una de las tasas de informalidad más bajas del país y con un promedio de ingresos entre los más altos a nivel nacional; ocupa la segunda posición en dominio del inglés. En infraestructura hídrica, usa al máximo su capacidad instalada para el tratamiento de aguas residuales industriales.
En la cima
Aguascalientes figura en las primeras tres posiciones en producción de vivienda y disponibilidad de servicios básicos. Tiene una tasa de informalidad de 38.9%, 15 puntos porcentuales por debajo del promedio nacional, y una elevada proporción de trabajadores con estudios superiores.
Cuenta con seis plantas de tratamiento de aguas residuales por cada hectómetro cúbico de agua concesionada industrial, pero sólo utiliza 49% de su capacidad instalada. Los principales desafíos son la disponibilidad de agua renovable por habitante y la alta prevalencia delictiva en algunas zonas.
Mientras que Coahuila registra la tasa de informalidad laboral más baja del país y un ingreso laboral promedio de 11,769 pesos mensuales; también destaca en la disponibilidad de escuelas técnicas y universidades.
En el estado, casi 42% de las empresas señala que la burocracia obstaculiza los negocios. Otro punto débil es el bajo nivel de dominio del inglés y una baja disponibilidad de plantas de tratamiento de aguas residuales industriales.
Mano de obra
En la Ciudad de México la Población Económicamente Activa (PEA) que cuenta con educación superior es de 41.3%, seguida por Sinaloa con 31% y Colima con 29.9%; una ventaja competitiva para la integración en cadenas productivas globales.
En contraste, Michoacán, Guanajuato, Chiapas y Oaxaca reportan menos de 20% de su PEA con nivel de estudios universitarios.
Las oportunidades de integración en las cadenas productivas de América del Norte requieren habilidades lingüísticas en inglés; Jalisco, Nuevo León y Michoacán lideran en este rubro con un nivel de competencia medio, mientras que Coahuila, Chiapas y Oaxaca se encuentran en los niveles más bajos.
Insumos básicos
Morelos y Tabasco son los únicos con alzas en generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas natural en los últimos cuatro años.
Baja California, Sonora, Sinaloa y Chihuahua ofrecen precios más competitivos en electricidad, con costos de menos de 1,100 pesos por megawatt-hora. En Baja California Sur y Quintana Roo el precio supera los 2,000 pesos por megawatt-hora, lo que encarece las operaciones y puede desalentar la llegada de nuevas empresas.
Chiapas, Oaxaca y Tabasco destacan como los estados con mayor disponibilidad de agua renovable en el país, superando los 10,000 metros cúbicos por habitante. En Aguascalientes apenas llegan a 392.
Sólo Campeche y Baja California Sur cuentan con más de 20 plantas de tratamiento de aguas residuales industriales por cada hectómetro cúbico (hm³) de agua concesionada para uso industrial, el resto de las entidades se encuentra en seis o menos plantas.
Los menos
Oaxaca, Estado de México y Zacatecas tienen problemas estructurales que afectan su competitividad para capitalizar el nearshoring. Las tres entidades ocupan una de las últimas 10 posiciones en 17 de las 21 variables evaluadas, mientras que sólo tienen una de las primeras 10 posiciones en dos variables, tres en el caso de Oaxaca.
Oaxaca tiene una informalidad laboral de 81.1%, la más alta del país, el nivel más bajo de la PEA con educación superior y el segundo ingreso laboral más bajo con 7,640 pesos mensuales. Ocupa los últimos lugares en dominio del inglés e instituciones educativas superiores. En el 2023, produjo sólo 0.1 viviendas por cada 10,000 habitantes y sufre de carencias en servicios básicos como electricidad y drenaje.