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Quintana Roo y CDMX dinamizan el consumo privado nacional

El principal destino turístico del país y la economía más grande de México presentaron los mayores aumentos en comercio minorista durante los primeros cinco meses del año.

Durante la primera mitad del 2023, Quintana Roo y Ciudad de México fueron los principales artífices de que el consumo privado del país, la variable más importante de la economía mexicana, se mostrara resiliente ante un panorama de erosión del poder adquisitivo.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a nivel nacional, los ingresos totales por suministro de bienes y servicios del comercio al por menor crecieron 4.48% a tasa anual real en los primeros cinco meses del año.

Dicha alza provino de que las 32 entidades federativas del país mostraron ascensos anuales en su comercio minorista en el periodo de referencia, señal de que el bajo desempleo, el incremento del salario mínimo y las remesas compensaron la elevada inflación –pese a seguir desacelerando– y el alto costo financiero.

Quintana Roo, el principal destino turístico del territorio nacional registró el mayor aumento del comercio al por menor, con una variación de 5.38%, derivado de que el sector turismo rebasó los niveles prepandemia en derrama y visitantes.

Mientras el segundo lugar fue para Ciudad de México, la economía más grande del país, con un incremento de 5.10%; ambas entidades fueron las más perjudicadas por la emergencia sanitaria derivada del Covid-19, por lo que la apertura total de actividades provocó un impulso en el consumo privado.

Detrás de estas economías, en un rango de 4-5% de crecimiento, se ubicaron Tabasco, Guerrero, Baja California Sur, Chiapas, Baja California. Coahuila, Querétaro, Campeche, Morelos, Veracruz y Estado de México.

En tanto, las tasas más bajas fueron para Nayarit (3.38%), Aguascalientes (3.21%) y Zacatecas (3.02%), por lo que todas las entidades ostentaron variaciones anuales superiores a 3 por ciento.

Estos resultados se vieron beneficiados principalmente porque la tasa de desempleo se mantuvo baja, la inflación sigue con su tendencia de desaceleración, la confianza del consumidor subió y la captación de remesas se aceleró.

Previsiones desalentadoras

Sin embargo, para el segundo semestre del año las previsiones para el consumo privado en México son desalentadoras.

Para Ve por Más (BX+), el consumo privado enfrente un entorno menos favorable en el segundo semestre, especialmente en aquel más discrecional.

Si bien la inflación seguirá cediendo, se mantendrá algo elevada, erosionando el poder de compra de las familias. Por su parte, un entorno de altas tasas de interés puede comenzar a restringir el acceso al financiamiento”, advierte el grupo financiero.

Añade que la expectativa de un menor crecimiento económico en los próximos trimestres, en México y en Estados Unidos, impactarán al dinamismo en el mercado laboral y la confianza, y al crecimiento en las remesas, respectivamente.

Provenir económico

Por su parte, Monex señala que el comercio no pasará a ser uno de los elementos destacados de los últimos meses, pero tampoco dará señales de alarma sobre el porvenir económico.

Hacia adelante, sin embargo, expone que es difícil que la restricción monetaria por la que actualmente atraviesa el país no tenga efectos profundos y espera ver una desaceleración más generalizada en los próximos datos.

Expectativas inflacionarias

Uno de los factores que inciden directamente en el consumo privado es el comportamiento de la inflación.

Según su último dato, se ubicó en 4.79% anual en la primera mitad de julio, su menor nivel en los últimos 28 meses y mostrando que se están moderando las presiones sobre los precios de mercancías en el índice subyacente y a que bajaron los precios de productos pecuarios y de los energéticos.

No obstante, Banco Base asegura que los factores de riesgo que podrían afectar al alza la inflación general son el índice subyacente de mercancías, que, aunque se ha moderado, sigue en niveles elevados; la guerra entre Rusia y Ucrania que podría presionar nuevamente al alza el precio de los granos.

Así como presiones en los precios de servicios debido a una mayor demanda, los cuales podrían provocar un cambio de tendencia en el componente subyacente.

Debido a que la inflación publicada se ubica cerca de la trayectoria esperada para el 2023, la proyección de inflación hacia el cierre del año se mantiene sin cambios en 4.6%”, concluye el grupo financiero.

estados@eleconomista.mx

Editor de Urbes y Estados. Periodista y economista especializado en análisis de indicadores macro y micro.

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