Guadalajara, Jal. De todas las reformas a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que entraron en vigor en el presente sexenio, la relacionada con la agroindustria y el trabajo de los jornaleros agrícolas es la única que ha generado un "estancamiento de inversiones nuevas", al menos hasta que los inversionistas puedan medir sus alcances, comentó a El Economista, el presidente de la omisión de Asuntos Laborales del Consejo de Industriales Jalisco (CCIJ), Ricardo Barbosa. "Porque esta reforma tiene un impacto económico fortísimo en perjuicio de los empleadores. Tenemos que encontrar un punto de equilibrio para que se siga dignificando la vida de los trabajadores jornaleros agrícolas, pero que siga siendo el modelo actual de la agroindustria adecuado", enfatizó Barbosa Ascencio. De acuerdo con el especialista, el resto de las otras reformas laborales han sido benéficas para los trabajadores y sin afectación a las empresas debido a que fueron "bien negociadas" y se implementaron gradualmente, como en el caso del aumento a los días de vacaciones. "La reforma más importante, de la subcontratación, fue necesaria, sí se abusó de la figura; desgraciadamente hay ciertos resquicios y los que siempre abusan, siguen abusando, y otras empresas han tenido una carga importante en el pago de la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de la empresa (PTU) y aunque consideramos que fue una reforma de alguna manera sobre regulada con el REPSE (Registro de Prestadores de Servicios Especializados u Obras Especializadas), fue una reforma necesaria para que los trabajadores participen correctamente de las utilidades de las empresas". En otro tema, Ricardo Barbosa consideró que algunos sindicatos y algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONG's) han abusado del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR), la herramienta considerada en el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), para resolver incumplimientos y discrepancias en el respeto a los derechos de los trabajadores en empresas exportadoras. "Algunos sindicatos y algunas ONG's han abusado del mecanismo; cuando deberían tramitar sus inconformidades o demandas a través de los tribunales mexicanos, han escogido el camino del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida y, en algunos casos, consideramos que las 28 quejas que van más o menos, se ha abusado de la figura para presionar indebidamente a empleadores que dependen de la exportación", mencionó Barbosa Ascencio. "El mecanismo consideramos que es correcto; sin embargo, creo que hay que apretar algunas tuercas para que no se abuse del mismo. Reconozco al gobierno americano que una vez que se presenta una queja, sí hace una investigación profunda y profesional para evitar que quejas infundadas sean aceptadas, pero ya genera molestia el mero hecho de la investigación previa", abundó.