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Sinaloa, líder en recuperación del comercio minorista; Tabasco, con el peor resultado

Durante febrero del presente año, 16 de 32 entidades superaron los niveles prepandémicos del principal indicador del consumo privado.

La recuperación de las ventas minoristas, que es el principal indicador del consumo privado, fue dispareja en las 32 entidades federativas del país durante febrero pasado.

Sinaloa se colocó en primer lugar, mientras Tabasco registró los peores resultados. Los grandes proyectos federales, como la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), todavía no se reflejan en el poder de compra de los hogares.

A nivel nacional, la baja de contagios que dinamizó la movilidad social, la aceleración de las remesas y una mayor confianza del consumidor fueron insuficientes.

Uno de los factores que mermó el consumo de las familias fue la elevada inflación, tanto en el país como en los estados.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el segundo mes del 2022 los ingresos totales por suministro de bienes y servicios del comercio al por menor en el país se ubicaron 0.3% por debajo de febrero del 2020, antes de la declaratoria de emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.

De las 32 entidades, la mitad superó los niveles prepandémicos, donde conjugaron diferentes elementos, como la inflación, el desempleo y la vocación económica.

Sinaloa fue el estado que presentó el mayor crecimiento del comercio minorista, de 10.7% entre febrero del 2020 e igual mes del presente año.

Para el territorio sinaloense, cuya vocación se centra en las actividades primarias, jugó a su favor la baja de su tasa de desocupación (de 3.1 a 2.3% de la población económicamente activa -PEA- en el lapso de análisis).

Además, pudo sortear su inflación anual de 7.82% en febrero pasado (lugar 14 de las tasas más elevadas en México).

La segunda posición en ingresos del comercio minorista fue para Baja California, con un aumento de 8.9%; la entidad fronteriza fue la primera en recuperar sus empleos tras los estragos que trajo consigo la pandemia.

Una de sus fortalezas es que posee la tercera tasa de desocupación más baja del país (1.5%; se redujo 0.5 puntos porcentuales frente a febrero del 2020).

Una de sus debilidades es su alta inflación, de 8.22% anual en el segundo mes del año (la sexta más elevada), aunque no ocasionó que impactara en el consumo de los hogares, particularmente por su cercanía con Estados Unidos y por su vocación manufacturera, que fue uno de los sectores que más rápido se recuperaron.

El podio lo completó Chiapas, con un incremento de su comercio minorista de 10.7% entre febrero del 2020 e igual mes del presente año.

El estado sureño, dependiente de las actividades terciarias y primarias, obtuvo la onceava inflación más elevada, aunque no fue un factor que impactara en el poder de compra de la población.

Otras entidades que rebasaron los niveles prepandémicos del comercio minorista fueron Colima (7.9%), Nuevo León (4.9%), Michoacán (4.4%), Chihuahua (4.1%), Jalisco (3.4%), Guanajuato (2.0%), Tlaxcala (1.3%), Sonora (1.3%) y Veracruz (1.2 por ciento).

En tanto, los estados con tasas menores a 1%, es decir, que apenas lograron superar los ingresos minoristas del 2020, fueron Campeche, Morelos, Guerrero y Nayarit.

En terrenos negativos

De los estados que aún no recuperan los niveles previos a la pandemia en comercio al por menor, se encuentran territorios involucrados en los grandes proyectos federales.

Tabasco registró la mayor caída, de -6.1% entre febrero del 2020 e igual mes del 2022. La entidad petrolera se ha visto beneficiada por la refinería de Dos Bocas, cuyos resultados ya se han materializado en el sector de la construcción, pero no en el consumo privado.

También están implicadas entidades de la economía metropolitana surgida por el AIFA: Hidalgo (-6.1%), Ciudad de México (-1.7%) y Estado de México (-1.0 por ciento).

Otras disminuciones importantes se dieron en Quintana Roo (-5.5%), Tamaulipas (-4.8%), San Luis Potosí (-4.6%), Querétaro (-3.6%), Aguascalientes (-3.5%), Puebla (-2.1%), Coahuila (-2.1%), Zacatecas (-1.4%) y Yucatán (-1.0 por ciento).

Por último, los estados con las bajas menos pronunciadas y que están más cerca de recuperarse fueron Durango (-0.3%), Baja California Sur (-0.1%) y Oaxaca (-0.001 por ciento).

De otras grandes obras de la Federación, el efecto multiplicador en el consumo privado no fue parejo entre las entidades. Por ejemplo, del Corredor del Istmo de Tehuantepec sólo Veracruz presentó un aumento en comercio minorista, y del Tren Maya, mostraron disminuciones Quintana Roo, Yucatán y Tabasco.

Las 32 entidades, fuera del objetivo de Banxico

El principal problema que merma la capacidad de compra de las familias del país es la elevada inflación.

En febrero, Campeche y Zacatecas tuvieron aumentos anuales de los precios al consumidor superiores a 9 por ciento.

Por su parte, Estadio México obtuvo la inflación más baja del país, de 5.98%, es decir, las 32 entidades están fuera del objetivo del Banco de México de 3% +/- 1 punto porcentual.

Paquete Contra la Inflación y la Carestía

Ante esta situación, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó recientemente el plan para frenar los elevados aumentos de los precios al consumidor denominado Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC).

Las entidades más beneficiadas por el PACIC serían Tabasco, Guerrero y Sonora.

De los 24 productos que considera el PACIC, la cebolla, el limón y el aceite comestible registran los mayores crecimientos en sus precios en el último año. Los estados referidos ostentan los incrementos más altos en estos bienes.

Según el Índice Nacional de Precios del Consumidor (INPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la cebolla mostró un alza de 113.83% a tasa anual durante la primera quincena de abril del 2022.

Le siguieron el limón, con una inflación anual de 46.42%, y los aceites y grasas comestibles, con una tasa de 36.85 por ciento.

En el caso de la cebolla, destaca que en 21 de 32 entidades del país las variaciones del INPC fueron de triple dígito, y el resto, de doble.

Los mayores aumentos se dieron en Sonora (189.14% anual), Coahuila (184.35%), Baja California (166.23%), San Luis Potosí (159.25%), Veracruz (152.14%), Chihuahua (149.67%), Quintana Roo (146.96%), Durango (146.41%), Nuevo León (146.02%) y Jalisco (138.57 por ciento).

Mientras las tasas más bajas fueron en Ciudad de México (90.31%), Zacatecas (89.79%), Chiapas (88.83%), Michoacán (86.28%), Campeche (86.01%), Yucatán (77.47%), Guerrero (68.73%) y Querétaro (31.68 por ciento).

Para el limón, los crecimientos de los precios en las 32 entidades oscilaron entre 78 y 22% en los primeros quince días de abril.

Guerrero tuvo la tasa más elevada, de 77.70%; en seguida se colocaron Jalisco (68.16%), Zacatecas (63.20%), Oaxaca (62.68%), Veracruz (62.35%), Tamaulipas (60.18%), Baja California Sur (58.08%), Baja California (55.45%), Guanajuato (52.61%), Sonora (52.44%), Querétaro (51.11%), Quintana Roo (50.75%) y Sinaloa (48.85 por ciento).

En tanto, en la parte baja se ubicaron Nuevo León (38.53%), Nayarit (36.66%), Estado de México (35.92%), San Luis Potosí (28.84%), Morelos (24.96%), Campeche (24.67%), Puebla (24.06%) y Yucatán (22.36 por ciento).

El tercer producto con el mayor crecimiento del INPC fue el aceite comestible, donde los estados mexicanos registraron alzas entre 59 y 24 por ciento.

Tabasco exhibió la tasa más elevada, de 58.75% anual; el podio lo completaron Oaxaca (48.92%) y Campeche (48.05 por ciento).

Otros ascensos importantes se observaron en Baja California (46.62%), Veracruz (44.97%), Tamaulipas (44.47%), Hidalgo (43.13%), Coahuila (40.95%), Michoacán (40.63%), Baja California Sur (40.07%), Guanajuato (38.98%), Ciudad de México (37.62%), Zacatecas (36.73%) y Puebla (36.42 por ciento).

Por su parte, los menores incrementos fueron Quintana Roo (30.81%), Colima (29.84%), Morelos (29.18%), Chihuahua (29.09%), Guerrero (29.05%), Sonora (27.99%), Jalisco (26.49%), Estado de México (26.13%) y Querétaro (24.72 por ciento).

En resumen, el plan para garantizar que la canasta básica de alimentos tenga un precio justo, el cual durará en una primera etapa solamente seis meses y cuenta con la participación de la Iniciativa Privada, beneficiaría a las entidades federativas que padecen los mayores niveles inflacionarios en los productos considerados y así, contrarrestar el descenso que vive el poder adquisitivo de las familias.

Las medidas

Además de tener un precio de garantía en 24 productos de la canasta básica en alimentos, el PACIC considera el aumento en la producción de maíz, frijol y arroz; estímulos al programa Sembrando Vida; entrega gratuita de fertilizantes; eliminación de aranceles para la importación de sulfato de amonio y otros insumos básicos necesarios para la producción.

Así como incrementar la vigilancia en carreteras para evitar el robo de productos; no aumentar el cobro en cuotas en peajes; reducir costos y tiempos de despacho aduanal en los puertos marítimos; entre otros beneficios.

estados@eleconomista.mx

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