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Veracruz logra balance financiero positivo
Moody’s mantuvo la calificación “B1/Baa2.mx” del estado de Veracruz, con perspectiva Estable; consideró que podría ir al alza si la entidad mantiene sus resultados financieros y operativos positivos y reducir los efectos negativos de la pandemia, informó el gobierno estatal.
Moody’s mantuvo la calificación “B1/Baa2.mx” del estado de Veracruz, con perspectiva Estable; consideró que podría ir al alza si la entidad mantiene sus resultados financieros y operativos positivos y reducir los efectos negativos de la pandemia, informó el gobierno estatal.
Mientras que a Tabasco, Nayarit, Sonora, Chihuahua y Sinaloa se les bajó la calificación, Moody’s ponderó a Veracruz gracias a su diversificación económica, la cual también ha permitido tener ingresos propios crecientes.
“La entidad contribuye con aproximadamente 5% del PIB nacional y ha podido crecer su base de ingresos propios durante los últimos tres años (...) El estado ha logrado dichos resultados gracias al crecimiento continuo en los ingresos propios, de las participaciones federales no etiquetadas, y un control en el gasto”, informó la administración local.
Detalló que desde el 2019 la Secretaría de Finanzas y Planeación inició un proceso de renovación de placas vehiculares que incluye incentivos para pagar impuestos vencidos, además, durante los primeros nueve meses del 2020 los impuestos se mantuvieron básicamente estables, y para el 2021 la dependencia “pretende implementar diversas acciones para mejorar el nivel de recaudación e iniciativas para mejorar la fiscalización de las cuentas por cobrar”.
“Pese a la pandemia, Veracruz ha podido compensar la caída de los ingresos propios con una mayor recaudación de aprovechamientos (...) La estabilidad de los ingresos propios durante la recesión derivada de la pandemia mejora la capacidad del estado para absorber el choque económico”, subrayó.
Entre las medidas que Veracruz está implementando para controlar el gasto destacan la eliminación de 878 millones de pesos en partidas no prioritarias del presupuesto 2020 y la implementación de un plan de austeridad para el 2021, que contempla la abstención tanto de creación de plazas adicionales como de compra de vehículos, aunado a restricciones en la compra de equipamiento y viáticos.